Sitio habitual de ciclistas, motoristas y senderistas. Parada obligatoria si quieres pegarte un buen almuerzo.
Comida buena y platos generosos. Además, el personal es muy amable y atento. Un 10
Fuimos unos amigos llegamos sobre las 14:00, salimos a las 17:30 y no de sobremesa no, de lo que llegaron a tardar para que salieran los platos, entendemos que la hostelería esta fatal, pero no se puede ir tan desbordado y lo que deberían hacer es no coger tantas mesas, que es avaricia, muy mal. No volveremos