Queenz en Sitges

Segunda vez, una experiencia preciosa. Muy recomendable.

Lo hemos pasado genial. Muy buena atención por parte de todos los camareros y el espectáculo ha sido estupendo.

Grata experiencia fuimos a celebrar nuestro aniversario de boda desde k entras hasta k te marchas todo genial camarer@s super atentos y el espectáculo super divertido y entretenido una noche muy especial gracias a tod@s

Una experiencia maravillosa que repetimos cada vez que volvemos a Sitges. Personal muy amable, comida excelente y un espectáculo divertidísimo.

Si estás en Sigtes, es una visita obligada; no te decepcionarás. Desde el momento en que entras, te atienden con cariño. La comida estuvo increíble, sin duda volveremos.

Una noche diferente con cena y espectáculo, diversión y buen ambiente!

Primero... el espectáculo fue genial. Pero no vayan por la comida... ¡carne dura y sopa de guisantes horrible! Además, el personal... la mayoría genial, pero... algunos deberían volver a la escuela de atención al cliente, ¡incluso el gerente!... Es bueno ir a verlo una vez.

Una noche increíble en Queenz De principio a fin, el espectáculo te hará querer aplaudir, bailar y vitorear de alegría. Se atendieron todas las necesidades dietéticas con esmero, y la cena estuvo genial. ¡El espectáculo y las bebidas fueron perfectos! Merece la pena visitarlo y reservar con antelación, ya que se agotan las entradas, ¡y con razón!

Primero de todo decir que la atención fue excepcional. El equipo de camareros fueron súper amables y atentos de principio a fin. Un 10 para ellos, de verdad. El espectáculo, al ser la primera vez, nos resultó ameno, a la vez que trepidante, porque los números se suceden casi sin descanso. Pero fue un espectáculo clásico y muy entretenido. Echamos de menos algún directo de las drags, no todo playback y algo más de variedad en los números. Destacamos a las tres drags principales, que hicieron un trabajo estupendo y se notan las tablas y los años de experiencia. Felicidades chicas! El punto que sí creemos que se puede mejorar, por lo que se paga, es la comida. Sintiéndolo mucho, los 4 entrantes son muy flojos. Te los venden con nombres muy bonitos, pero no deja de ser una mini ensalada con salsa rosa, un mini quiche, que de tan pequeño no se aprecia el sabor, solo la masa. Brandada de bacalao sin misterio y la sopa de guisantes, que sí, estaba muy buena, aunque un puré quizá no es lo que más me apetece tomar en un sitio así. La comida principal estuvo bastante bien. Pero los postres, lo siento de nuevo, no están a la altura. Son muy dulces y son sabores nada caseros. No dudo que los hagan allí, sí, pero no son productos de pastelería de calidad. Lo complementan con un trozo de sandía, que no estaba ni dulce y llevaba mucho rato cortada. Esta es la parte a mejorar, se quiera o no y hay que ser sinceros. No os enfadéis conmigo. Las cosas hay que decirlas para poder mejorar.

Tan increíble como siempre. Era nuestra primera visita desde el cambio de local, así que dudábamos de que el ambiente hubiera cambiado. Desde luego que no. Fue genial. Muy bien organizado. Se adaptaron bien a nuestras intolerancias al gluten y a los lácteos, incluso con los menús y el pan adecuados en la mesa para nuestra llegada. Hemos aprendido de experiencias pasadas a reservar con antelación. Un consejo: no es necesario reservar con antelación, ya que los artistas recorren toda la sala.