Tuve la oportunidad de visitar Quatre Molins y solo puedo decir que ha sido una experiencia espectacular. Desde el primer momento, el servicio fue impecable: atento, profesional y con un gran conocimiento de cada plato.
La comida fue simplemente excepcional. Cada plato estaba elaborado con precisión, equilibrio y creatividad, resaltando los sabores auténticos del Priorat. Se nota el cuidado por el producto y la pasión del chef en cada detalle.
Además, el restaurante es precioso, con un ambiente acogedor y elegante que complementa perfectamente la experiencia gastronómica.
Si estás en la zona y buscas una propuesta culinaria de alto nivel, Quatre Molins es una visita obligada. ¡Deseando volver pronto!
Jordi Baucells Rodriguez
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02 Febrero 2025
10,0
Cursos maravillosamente imaginativos maridados con excelentes vinos locales por un servidor profesional con gran conocimiento de los productos de la zona.
Steveliv1
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24 Enero 2025
10,0
Es una experiencia increíble poder comer y disfrutar de los productos de nuestra tierra tan queridos elevándolos al lugar que les toca, muchas gracias por permitirnos acceder a su cocina
Noemi Segura
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21 Diciembre 2024
10,0
Probé un menú degustación y estaba espectacular cada plato que nos traían. El personal muy atento y profesional.
Olga FuRo
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10 Diciembre 2024
10,0
Un restaurante gastronómico en un pequeño pueblo del Priorat. Buena cocina y rapidez en el servicio. El servicio de sala muy agradable y profesional. El chef David muy simpático y atento. Hemos comido en la barra y, aunque no soy de comer en sillas altas, me ha gustado la experiencia. ¡¡Gracias por vuestra profesionalidad!!
Albert Salvador
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05 Diciembre 2024
10,0
El Restaurante Quatre Molins, situado en el encantador pueblo de Cornudella del Montsant, es el emblema culinario del chef Rafel Muria, orgulloso poseedor de una Estrella Michelin. Este acogedor espacio es una oda a las raíces del chef y a los sabores del territorio, perfectamente reflejados en su menú degustación. Opté por La Nostra Essència, un viaje sensorial que captura la esencia de su propuesta gastronómica con un cuidado excepcional en cada detalle.
Entre los platos, sobresale la creación de anguila, wasabi y puerro, una combinación audaz y exquisita que redefine los sabores tradicionales. Si deseas elevar aún más tu experiencia, el maridaje cuidadosamente seleccionado complementa y realza cada plato, convirtiendo la comida en un verdadero espectáculo para los sentidos.
Para una experiencia única, recomiendo reservar un lugar en la barra. Desde allí, podrás disfrutar de una vista privilegiada de la cocina en acción e interactuar con el chef y su equipo, lo que añade una dimensión más personal y envolvente a la velada.
Con su atmósfera íntima y un número reducido de mesas, Quatre Molins ofrece una experiencia exclusiva que exige planificación: la reserva es imprescindible. Sin duda, una joya gastronómica que destaca tanto por su propuesta como por la pasión y el talento de su equipo.
Jesús Albiol
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01 Diciembre 2024
10,0
Sólo un par de menús. El espectáculo es que pedimos 59€. También hicimos el maridaje por 15€ más. Vale la pena. Sepamos en la barra delante de la cocina. Simpatía por todas partes. También hay que decir que nos viene quedar los últimos.
El menú todo de platos combinando sabores y diferentes vinos del Cabo de Ruc.
Tanto la cocineros como el personal de sala son tremendamente agradables. Lo pasamos genial y comimos muy bien.....es una reseña de hace tiempo....que no se había publicado.....
Gloria Oliva
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18 Noviembre 2024
10,0
Me ha sorprendido en positivo.
Tanto la presentación de los platos como los sabores.
Hemos comido el menú con maridaje y ha sido un maridaje perfecto.
Manel Barbancho
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26 Octubre 2024
10,0
¡Una excelente experiencia gastronómica! Almorzamos y el menú más pequeño, ¡pero fue súper abundante! La comida estuvo deliciosa, ¡date un capricho si estás en la zona!
Peter Leung
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22 Octubre 2024
10,0
Que vaya por delante que comi bien, pero hay detalles que no concuerdan con una estrella Michelin. Tuvimos un par o tres de moscas que nos acompañaron toda la comida. Había una chica entiendo que era camarera que tenía un aspecto poco pulcro , no entendía el catalán y para colmo se sirvió una copa de vino en medio del servicio. Cuando nos sirvieron los postres los montaron en mesa , que el cocinero literalmente lo cogió con la mano para ponerlo en el plato . Cuando tienes cocina abierta tienes que cuidar mucho los detalles...El chef no estaba y cuando pregunté no se me supo dar respuesta.El local tampoco acompaña y un mantel de ropa no estaría de más.
Como nota positiva el jefe de Sala perfecto.
Eva
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22 Septiembre 2024
6,0