Buen sitio, cocina contemporanea y buen servicio. Lo de que un robot te sirva la cerveza y lo haga bien tiene su punto y es totalmente inesperado encontrarlo y meno en un pueblo. El servicio atento y el local combina tradicion bien lo rustico de las vigas de madera y piedra con el toque justo de modernidad.La comida te da opciones típicas como calamares y bravas con un punto mas actual y tambien tienes una variedad de opciones para todos los gustos nosotros nos decantamos por los baos y ceviches. Recomendables .A mejorar, la cantidad de las raciones pero imagino q no se puede tener todo.
Perfecto. Fuimos con nuestra hija de 6 años, a la que le dieron colores y papel nada más sentarse. La comida muy bien; el local encantador y con un robot! Os recomendaremos a todos nuestros amigos. Una abrazo de mi hija Jone