Acabamos de comer y antes de que se me olvide escribo sobre la estupenda experiencia . Nos sentamos a la hora exacta que teniamos reservado. En cinco minutos nos toman nota y seguido empiezan a servirnos. Calamares plancha,muy bien hechos, tabla de cocas, a cual mejor. Huevos rotos con jamon y chistorra con 7n puntito de pimenton que la hace diferente. Tartar de salmon tambien bueno y unas sardinas a la parrilla,frescas y buenas. Crema catalana sublime y helado de turrón,especial. Pero lo mejor el servicio,del primero que te recibe,hasta el ultimo que te despide.Un 10 y para volver rapido.
Antes que nada para que los clientes sepan que aunque tengan reserva, no sirve de nada porque van a tenerte en la puerta esperando media hora hasta que se vayan quedando mesas libres, muy mal por su parte cuando alguien reserva mesa y tener esa política, por lo que decían los demás clientes de la cola era habitual que hiciesen eso en el restaurante, no es un trato a la altura de la buena comida que sirven, pedimos unos entrantes y una paella guiados por el camarero y acertamos por completo, buen experiencia gastronómica solamente con ese incidente al llegar. Volveremos
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