Portal del lino en Salamanca

EXCEPCIONAL!!!! Hemos elegido Portal del lino para celebrar allí nuestra boda y la verdad es que no hemos podido quedar más contentos y satisfechos. Vivimos fuera de Salamanca y conocimos el restaurante tanto por redes sociales como por comentarios de familiares que ya lo habían disfrutado. Desde el minuto uno la PROFESIONALIDAD y el trato exquisito de Paloma, la Jefa de Sala y una grandísima profesional, hemos acertado de pleno. El producto de calidad y bien tratado, sin artificios porque cuando el producto es bueno se nota y no hay que enmascararlo. Todo el mundo salió muy contento.Paloma nos ha ayudado muchísimo, pendiente en todo momento de cada detalle, algo que valoramos especialmente, porque organizar algo en la distancia siempre es complicado y todo han sido facilidades. La comida espectacular , a destacar el Nigiri frito de steak tartar de solomillo, el solomillo con foie o y el postre de chocolate que te transporta. El trato y la atención de Sheila en mesa de 10. Nos vamos agradecidos y muy contentos.

Este es un restaurante excepcional y uno de nuestros favoritos. Siempre que visitamos Salamanca, nos aseguramos de visitarlo y pedir el menú del día. El chef es realmente creativo y ofrece platos originales que te dejan sin palabras. Esta vez, una versión japonesa de las mollejas: ¡increíble! Los platos típicos, como sus galardonadas croquetas, siempre son increíbles, pero cada vez que lo visitamos descubrimos algo nuevo. Si a esto le sumamos un servicio increíble y excelentes consejos sobre vinos, la experiencia será inolvidable.

Comida excelente. Atención impecable.

Una comida muy buena: todos los platos estaban bien preparados y el servicio fue eficiente y muy agradable. Esta comida hizo que mi visita a Salamanca fuera memorable.

Comida espectacular. Servicio inmejorable. Instalaciones limpias y acogedoras.

La comida muy bien. Fuera de carta muy buenos platos. De hecho comimos todo fuera de carta. Iremos otra vez a probar la carta. Es caro, pero siendo la comida, materia prima y el servicio de 10 se paga con gusto.

Qué locura de sitio! Reservó un amigo por las reseñas y íbamos sin saber nada, no pudo acertar mejor. La primera impresión es muy buena, un lugar elegante con un ambiente tranquilo. No sabíamos muy bien que pedir porque somos de muy buen comer y la carta pintaba muy bien, así que pedimos consejo y las recomendaciones fueron perfectas en cuanto a que pedir y cuanta cantidad. De entrantes pedimos el steak tartar, las croquetas y las mollejas. No sabría decir que estaba mejor, el tartar increíble, las croquetas no me extraña que hayan sido finalistas, un espectáculo. Pero es que las mollejas eran otro rollo, estábamos acostumbrados a comerlas con pan rallado, y estas eran muy distintas y se te deshacían en la boca, un manjar! De segundos yo probé las albóndigas y el cochinillo deshuesado, este ultimo quizás fue lo mas flojo, porque era un 9 y todo lo demás estaba de 10, estaba buenísimo pero las albóndigas eran algo exquisito, de nuevo, distintas a lo que estábamos acostumbrados pero con un sabor espléndido. Y quedaban los postres, y qué postres! La tarta de queso, era de verdad de queso, tanto que te rallan por encima de la tarta más queso, estaba increíble, pero no esperes una tarta que sepa a philadelphia. También pedimos el flan, que ponía que probablemente era el mejor flan del mundo, mentira, SI que es el mejor flan del mundo. Probamos algún postre mas como la torrija y todo estaba buenísimo. Además el trato del personal fue excelente, la verdad que da gusto cuando te atiende alguien con esa alegría y con ese conocimiento de los platos del restaurante. Todos nos apuntamos el restaurante porque queríamos llevar ahí a más gente a que lo probase porque la experiencia fue apoteósica, ha entrado en mi top de restaurantes sin duda alguna.

Como siempre que hemos ido, una experiencia excelente. El local, la plantilla y la comida, todo de 10. Seguid así, por favor...

Restaurante elegante con ambiente agradable cerca de la plaza mayos. Carta con comida tradicional y algunos platos de premio como los callos y las croquetas. Servicio muy atento y profesional. Pedíamos un escabeche excepcional de navajas, mejillones y gambas. Las gambas se perdían en el escabeche pero estaba excelente, Justo punto de acidez y acompañado de zanahorias y cebolla. Fuera de carta unos calamares e fritos con huevo de oca. Original. Terminamos con un rape a la plancha, muy sabroso y un rodaballo con un pilpil y patatas panaderas. Un buen ejemplar muy fresco. Perfecto de cochura. De postre un tiramisú, algo tonto y seco, una torrija y un flan que estaban correctos. Buena carta de vinos con algunas, aunque no muchas referencias locales. Un buen sitio para disfrutar en Salamanca.

El menu de degustación ha sido increíble. Pero creo que la cantidad de comida era poco… Buen sabor de platos pero poco cantidad.