Una pizzería distinta a lo que solemos tener por España.
Es una cochera de una casa la cual se ha habilitado de forma magistral para dar un servicio rápido y de calidad a los clientes.
En los 7 minutos que tardé desde que llegué hasta que me fui con mi pizza de atún hubieron 2 pedidos telefónicos recogidos y 3 pedidos más de gente de a pie, y por lo que pude ver en todos se dio un trato cordial y educado, sin mostrar agobio ni tensión, algo que es de agradecer muchísimo.
Pude ver que tiene tarjeta de fidelización de clientes mediante sellado por pizza, no pregunté, pero fuese residente del pueblo y seguro todas las semanas sellaba 4 pizzas.
Además pueden pedirse medias pizzas. También algunas especiales.
No tienen donde sentarse, ni si quiera sitio para esperar, es una pizzería “en mitad de la calle” y no es algo ni bueno ni malo ya que con lo poco que se tarda entre que pides la pizza y la tienes entre tus manos no te da tiempo ni a necesitar silla.
La verdad que es un sitio que me ha sorprendido gratamente y al que acudiré regularmente a comprar pizzas para mí y mis compañeros (cada vez que trabaje en Pinoso, que suele ser dos o tres semanas al año).
La pizza no es ni buena ni mala, es una pizza y ya, lo suficientemente buena como para entrarme ganas de hacer esta review. No esperes una pizza al horno de leña con muchísima cantidad de ingredientes. Más bien es una pizza de “hoy me apetece pizza y ahí en Riquelme están buenas y baratas, ¿nos pillamos unas pizzas y nos ponemos una peli?”.
Repetiré, y la recomendaré.