Cogimos cinco pizzas para llevar. El local es un bar bastante desangelado, regentado por un italiano que parece majo. Las pizzas estaban bien, sin más, me decepcionaron un poco, la verdad. Lo mejor, la masa, que debe hacerla el propio chef, y lo peor que tardó casi una hora en prepararnos las cinco pizzas, y eso que no tenía más encargos en ese momento.