PICOFINO en Guardamar del Segura

Comida y servicios estupendos . Platos de calidad , originalidad y muy bien presentados. Lugar 100% recomendable

Un sitio que vale la pena visitar! El entorno super acogedor, personal muy amable y cercano. Sobre la comida pedimos dos marineras que nos encantaron, un tartar de atún muy rico además las raciones son bastante grandes pero nos pareció un pelín salado y el entrecot trinchado espectacular.

Si no consigues el costillar de cordero y tarta de queso como postre, eres simplemente un tonto. Aparte de eso, todo el menú es magnífico. El chef claramente tiene un pedigrí superior. Y el frente de la casa es maravilloso. Todo, desde vino, cerveza y café, ha sido seleccionado por alguien educado. No puedo esperar a volver en 6 meses.

Muy amables! Lo q más me ha gustado es que son Petfriendly :-) tiene una muy buena terraza y un local acogedor! A destacar su servicio, la chica que me ha atendido ha sido muy amable! Volveremos!

Experiencia maravillosa y un trato impecable. Sitio es súper peculiar lo que más me asombro es la tranquilidad que se respira en el ambiente. Siempre con su música que da un toque genial.

Un muy buen descubrimiento. Las tapas son muy buenas. Para recomendar.

Toda una experiencia…. Nos quedamos con ganas de probar más cosas de la carta

Un poco caro pero la comida igualaba el precio y el servicio excelente.

Fuimos 4 personas a comer y todo estaba muy bueno. Probamos muchas cosas y aunque nos gustó todo, tengo que destacar el secreto, nos lo recomendó el camarero y estaba espectacular. Pero los nachos, el Paquito, todo buenísimo. Muy buen ambiente y decoración, la terraza demás es bastante grande.

Restaurante como a mi gusta, porque ? 1- Llegamos con vehículo y sobraba espacio para estacionar. Aparcamos en la puerta. 2-Terraza agradable y muy confortable interior. 3-Atendido por su dueño Juan, un excelente anfitrion, y su madre. Desde que llegamos se pusieron a entera disposición para que el almuerzo sea supremo. 4-Las variantes para picoteo daban ganas de probarlas una por una, como fuimos cuatro comensales pedimos una para cada uno. 5-Los platos principales tambien invitaban a una degustación completa. 6-Como es una wine bar pedimos vino por copa para poder una cata variada. Pero como encontramos un bivarietal del Duero muy a gusto con nuestro paladar cambiamos de opinión decidimos no probar otras etiquetas. Además de haber almorzado todo muy rico, nos hemos divertido mucho con Juan quien por momentos parecía uno mas de nosotros. En síntesis no es habitual ir a almorzar a un restaurante que uno no conoce y encontrarse con un lugar y un anfitrión tan profesional y descontractutrado.