Pepe Mendoza Casa Agrícola en Llíber

Disfruté de una encantadora cata de vinos con Clara: una combinación perfecta de buena conversación, vinos exquisitos y un ambiente relajado. Siempre es un placer descubrir juntos nuevos favoritos.

Disfrutamos de una maravillosa degustación con deliciosos aperitivos. ¡Muy recomendable!

Una visita muy agradable e informativa, ¡con vinos de excelente calidad! Gracias a Clara por la grata experiencia.

¡Una experiencia fantástica! Mereció la pena el largo viaje. Muy buenos vinos, y la anécdota posterior a la cata nos alegró la tarde a todos. ¡Gracias! El maridaje de los aperitivos estuvo perfecto, y la mesa fue un deleite para la vista. Y también queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a Clara, la excelente y amable guía. ¡Ya está invitada a la próxima reunión en nuestro club de vinos en Noruega en diciembre! 😍

Tuvimos una experiencia maravillosa y recomendamos ampliamente la cata de vinos. Fue fantástico conocer la historia del lugar y, además de degustar el delicioso vino, disfrutar de un recorrido por la propiedad. ¡Muchas gracias a Jaz por la excelente cata!

¡Una visita guiada estupenda, a pequeña escala y con una explicación encantadora por parte de Clara! Sin copas, sin vino 😉 ¡Calidad antes que cantidad! 😊

con solo decir que he repetido la visita, podéis imaginar lo satisfecho que hemos quedado todo el grupo de 6 personas que hemos ido. los vinos, todos tienen una bonita historia detras que la guia perfectamente nos ilustra con sus explicaciones y hace de la cata una bonita y agradable experiencia.

Ha sido una experiencia muy agradable. Un lugar con mucha calma y paz para saborear unos buenos vinos. Nos llevamos un vino blanco casa agrícola muy suave y agradable y un tinto " el veneno" para saborear en nochebuena con un buen codillo. Experiencia muy recomendable.

Nos encanto la forma en la que se desemvolupo la cata con un trato maravillo.

Fui por el vino —pero salí pensando en liderazgo. Cada persona que nos atendió reflejaba exactamente los valores que el propio Pepe quería transmitir: cercanía, respeto por la tierra, autenticidad, identidad. Y no fue casualidad. El mismo Pepe se dio el tiempo de participar en parte de la experiencia, conversar, contar historias. Su presencia no era de supervisión, sino de coherencia. Fue tremendamente grato, experimentar los valores que iban desde la idea hasta el sabor del vino Estar allí me recordó algo esencial: El verdadero valor diferencial no siempre está en lo que haces, sino en cómo lo encarnas y lo transmites a tu equipo. Cuando los valores de una organización se vuelven experiencia viva en las personas que la integran, el mensaje llega sin marketing, sin guion, sin esfuerzo. Y sí: se nota. En el vino, en el trato, en la atmósfera. En cómo se siente estar allí.