Parador de Tortosa en Tortosa

Fuimos a comer de forma improvisada, sin reserva y ningún problema. El lugar muy bonito. El arroz, la dorada y las croquetas muy buenos. No suelo pedir postre pero los nombres me parecieron sugerentes y me pedí unas natillas de calabaza. ¡¡Grandísima decepción!!.No pude comerlas. Mi marido pidió pastiset y galletitas garrofetas, y el acompañamiento con copita de mistela tampoco nos cuadró como postre... Yo no como pan pero tb me cobraron el servicio de pan...Pero los camareros muy atentos, el sitio encantador y no me importaría volver teniendo en cuenta y avisando de estos detalles.

Como todos los Paradores que visitamos, este fue realmente impresionante. El personal fue muy atento y amable. La comida estuvo excelente. En definitiva, no podría recomendar este lugar más.

Nuestra estancia en el Parador de Tortosa ha sido muy cómoda y agradable. El parador ofrece unas vistas privilegiadas, tanto de la ciudad como del río Ebro, que resultan espectaculares a cualquier hora del día. La situación elevada del edificio proporciona una panorámica increíble, pero, en contrapartida, hace que el acceso a pie a la ciudad sea algo complicado. Las subidas y bajadas que hay que afrontar para llegar pueden hacer que pasear por Tortosa a pie no sea lo más cómodo. Sin embargo, esta ubicación elevada es característica de los castillos y palacio, ya que forma parte de su historia y estrategia defensiva: "por algo los castillos se construían en los puntos más altos". Pese a este detalle, la tranquilidad y la belleza del paradero compensan con creces el esfuerzo. La habitación ha sido confortable y bien equipada, con todo lo necesario para disfrutar de una estancia relajada. Además, el servicio ha estado muy atento y profesional, añadiendo un toque personal que hizo nuestra visita aún más especial.

Necesita una renovación urgente. Primera vez que no hay amenities en las habitaciones de un Parador...una cafetera o tetera y un cepillo de dientes lo cambiaría todo! Hay que cuidar esos detalles!!!

Las habitaciones están bien son amplias, las camas cómodas y el lavabo enorme , el desayuno que sirven en el hotel está muy bien es bastante completo, la máquina de café es de cápsulas, tiene piscina y vistas impresionantes, la nota negativa es que la habitación que me dieron daba a una parte el castillo que está en obras y el lavabo olía muy mal

La estancia en general ha sido buena, tanto por la atención del personal como la restauración.. aunque se desluce por las obras del exterior (que aunque no tengan que ver con el parador afecta en el entorno) Seguro que vale la pena visitarlo después de la reforma.

El pueblo no se puede disfrutar como la historia se merece

Tenemos sentimientos encontrados… El parador, como tal, está situado en un lugar idílico, en un Castillo, con unas vistas espectaculares. Pero tiene muchos “peros”. La habitación amplia y limpia aunque esté antigua. Pero los colchones y las almohadas muy malas. Deberían cambiarlas ya… La atención en general es bastante regular. Muy seca. A excepción de un par de camareras que estaban en el desayuno que eran súper amables. Sobre todo por ellas dos no bajo a 3* mi puntuación. El restaurante no merece mucho la pena… quizás es el que menos nos ha gustado de todos los que conocemos. Luego la piscina. Es muy antigua, como todo el complejo, pero está especialmente mal conservada. Actualmente la parte exterior del parador está en obras, que consisten más en la restauración del propio castillo, no del hotel. En cuanto a Tortosa tiene mucha historia, pero está totalmente abandonada. Paseas por calles del casco viejo y da hasta miedo lo que te encuentras. Tiene algunos buenos restaurantes.

Buena restauración y buen trato. Lástima que esté en obras dificultando la movilidad en los exteriores

El Parador de Tortosa es un hotel situado en el castillo de Suda, en Tortosa, la principal ciudad de la comarca del Delta del Ebro, en el sur de Cataluña. Tiene una terraza muy bonita, donde estábamos bebiendo una copa de vino y relajándonos después de visitar el casco antiguo. Es un lugar muy cómodo para venir con amigos.