Parador de Santo Estevo. Restaurante Dos Abades en Nogueira de Ramuín

Magnífico parador con un personal fantástico y unas instalaciones muy cuidadas. En recepción Gregorio te trata como un rey y te explica cualquier duda con muchísima amabilidad

100 % Recomendable. Nos alojamos un fin de semana y la experiencia ha sido inolvidable. La habitación con mucho encanto y la cena exquisita. El desayuno muy variado y todo tan apetecible que no sabías qué elegir. El personal muy atento y agradable. Disfrutamos también de la visita teatralizada del monje con la queimada, al más puro estilo del libro El bosque de los cuatro vientos.

Sitio especial,, entorno idilico y trato maravilloso. Lugar para volver.

Un sitio mágico desde el primer momento que entramos. Con mucho encanto e historia. No sabemos la suerte que tenemos en España de tener estos lugares tan emblemáticos. El personal del parador un 10 en todo. Serviciales, amables y muy agradables. La comida deliciosa, un lujo que tengamos está gastronomía aquí. El parador muy cuidado, limpio y con mucho encanto. El spa un 10. Estar en el jacuzzi con esas vistas y esa temperatura era inmejorable. Sin lugar a dudas muy recomendable. Muchas gracias a todos por el trato. Marta y Adrián.

Impresionante la belleza y monumentalidad del edificio así como del entorno en el que está situado. Dentro de los paradores nacionales este es uno de los obligatorios a alojarse. Hace que te transportes al siglo VI con sus claustros y salones. La magnífica Iglesia está perfectamente integrada en el paisaje. Quizá lo que hemos echado en falta y por ello, no puedo dar 5 estrellas, es la calidez y atención que atesoran los paradores. Cierto que no se puede generalizar, pero exceptuando la persona que nos atendió a la llegada y la camarera de la cafetería que nos sirvió, al resto le ha faltado como digo la calidez para hacer sentir al cliente como en el resto de paradores. A modo de ejemplo, varios clientes preguntamos por la visita guiada a la iglesia, nos indicaban el cartel donde se ponía el horario y un teléfono para reservas, pero nos comentaban que si estábamos a la hora de la apertura De la Iglesia ahí la reservábamos, pues no, estábamos a las 10:00 horas 5 parejas esperando y al abrir la iglesia, la sorpresa al decir que queríamos visita guiada todos nos dicen que no puede ser porque nadie ha llamado para reservar. Si queréis hacer visita guiada llamar y reservar en el parador no te informan de esto, aunque esté el horario de apertura y teléfono en el mismo mostrador de recepción. En el desayuno no preguntan si sabes cómo funciona buffet, ocurriendo casos curiosos y para no dilatarlo mucho, al ir a pagar la estancia, que tardo un poco en encontrarla en el ordenador y entregárnosla para revisar la factura, no es normal que te digan en un minuto que si está correcta y al responder que estamos viendo el detalle sin acabar de decirlo nos digan si pagamos con tarjeta. Estos detalles al menos para nosotros es por lo que decimos que ha faltado la calidad y atención de otros paradores. El edificio monumental, el entorno espectacular, tranquilidad y naturaleza poco más se puede pedir.

Encantador lugar para buscar paz ,silencio y naturaleza

Un lugar ideal para el descanso, el acceso en invierno hay que ir con cuidado. El personal muy amable. Recomendado.

No estuvimos alojados, solamente de paso visitamos las áreas libres y merendamos en la cafetería, muy bien. Magnífico, enclavado en una zona maravillosa.

Increíble fin de semana, paz, tranquilidad fabulosa estancia

Restaurante en un entorno precioso dentro del Parador / Monasterio de Santo Estevo. Servicio amable y atento. Comida excelente salvo el pulpo. Un invento con queso fundido infumable. Con lo rico que está el pulpo a la gallega.