Parador de Ronda en Ronda

Las habitaciones necesitan una reforma y, por desgracia, algunos miembros del personal son bastante groseros y poco serviciales. Se pasan por alto detalles sencillos, como informar a los huéspedes de que deben registrar los coches que van al hotel para evitar una multa de la policía. ¿Quieres pedir algo para desayunar? Tendrás que esforzarte para que te atiendan los camareros. Eso sí, las vistas son geniales.

Me cambiaron a una habitación superior sin costo adicional. Un hotel precioso, con personal atento. En pleno centro de la bulliciosa ciudad.

Estamos pasando 5 días en el Parador y tanto las habitaciones, ubicación cómo el servicio, excepcional, destacar el trato de una persona en particular, Francisco Galan, servicio y profesionalidad impecables. Totalmente recomendado.

Si estás pensando venir a Ronda, este es tu sitio, cuenta con habitaciones amplias y limpias, ademas en una ubicación privilegiada. Mención especial al servicio de todos los trabajador@s y quiero puntualizar en Francisco Galán, gran profesional que nos trató con una cercanía y cariño fuera de lo normal a lo que solo puedo decir, gracias !!

Hemos estado dos días con una tarjeta de media pensión. Silvia en recepción, nos atendió e informó correctamente y muy agradable. La habitación amplia y cómoda, tenía una terraza a la piscina. El servicio de habitaciones muy atento. En el desayuno Natalia y Pepe, estuvieron pendientes en todo momento. El buffet muy variado y reponian continuamente los productos. En la comida tanto Vanessa, como Francisco nos dieron un servicio y una atención estupenda. La comida muy bien elaborada y presentada. La situación inmejorable en el mismo centro de Ronda y junto al Tajo con unas grandes vistas.

Este hotel estatal está construido sobre un acantilado. El hotel tiene un ambiente tranquilo, y las calles, tanto del casco antiguo como del nuevo, tienen un ambiente apacible, por lo que simplemente pasear por la ciudad es relajante.

Parece haber mucho racismo contra los coreanos. He visto varias reseñas que dicen que la camarera del desayuno del restaurante es racista con los coreanos, y es totalmente racista. No podía creerlo, pero es cierto. En realidad, solo es amable con la gente blanca y grosera conmigo. Hay dos camareras, una de las cuales es increíblemente amable, y la de recepción es descaradamente racista. Pude pedir comida, pero me ignoró, no tomó mi pedido y se fue a media frase. Debería estar durmiendo, pero las obras empezaron a las 7 de la mañana con ruidos de taladro. El ruido era tan fuerte que me desperté sobresaltada, con el corazón latiéndome con fuerza. Deberían haberme avisado con antelación al hacer la reserva sobre ruidos tan fuertes. Pensé: "¿Quién empieza las obras a las 7 de la mañana? ¿Deberían empezar a las 9?". Pero en España las obras empiezan temprano. Si viajas a España, acuéstate temprano. Me sobresalté mucho mientras dormía. El desayuno empieza a las 8 a. m.

Encaramado como un gato presumido con vistas al impresionante Tajo de Ronda, el Parador de Ronda es la reina de la fiesta. Ubicado en el antiguo ayuntamiento, su ubicación junto al Puente Nuevo es inmejorable: al salir, te convertirás en un auténtico Instagram. Las habitaciones son espaciosas, con balcones con vistas tan impresionantes que te olvidarás de cómo parpadear. La decoración es un poco anticuada, como el papel pintado de tu tía, pero limpia y cómoda. El personal es, en su mayoría, una joya, aunque el servicio de desayuno puede parecer una reedición de Fawlty Towers; reserva con antelación para evitar el caos. La piscina y la terraza son perfectas para tomar algo al atardecer, pero la tarifa del aparcamiento (unos 20 €) es un fastidio. Amantes de la gastronomía, ¡alégrense! Los platos andaluces del restaurante, como los quesos locales, son una delicia, pero eviten las tapas si buscan algo gourmet. Consejos: Disfruten de una habitación superior para disfrutar de vistas panorámicas al Tajo; vale cada euro. ¡Llamen con antelación para reservar aparcamiento; es justo! Visita en temporada baja (noviembre/febrero) para aprovechar las ofertas. Pasea por el casco antiguo de Ronda al amanecer para evitar a los grupos de turistas. Lleva tapones para los oídos por si acaso hay ruido. Una joya cara, pero pintoresca.

La entrada me hizo pensar: "¿Es esto un Parador?", ¡pero el interior era precioso! La vista desde la terraza era especialmente impresionante. La habitación era espaciosa y me ayudó a relajarme después de un largo día en la ciudad.

Espectacular espacio y servicio. El bufet del desayuno con una oferta bastante tradicional