Se ubica en el antiguo convento-hospital Convento de San Antonio, que data del siglo XVI. Está situado cerca de importantes ruinas romanas en Mérida, ciudad que fue capital de la provincia romana de Lusitania. Mérida es conocida por su impresionante colección de arquitectura romana, que incluye el Teatro Romano, el Templo de Diana y la Alcazaba (una fortaleza árabe), todos ellos fácilmente accesibles a pie desde el Parador.
La importancia histórica del Parador también radica en su ubicación estratégica en Mérida, fundada como Augusta Emerita por el emperador Augusto en el año 25 a. C. Con el tiempo, la ciudad se convirtió en un importante centro político, militar y cultural. Hoy en día, el Parador permite a los visitantes experimentar la grandeza del antiguo pasado de la ciudad alojándose en un lugar que combina las comodidades modernas con siglos de historia. La arquitectura del edificio refleja su pasado religioso como convento, con un claustro magníficamente conservado, galerías arqueadas y elementos históricos que evocan la atmósfera de la época. El interior del Parador es una armoniosa mezcla de elementos tradicionales y modernos, que ofrece a los huéspedes un ambiente históricamente evocador.
En su restaurante y bar se incluyen productos regionales, aceite de oliva y vino.
El desayuno es tipo bufé, muy sabroso e ideal para empezar el día.
El Parador también ofrece piscinas de temporada, gimnasio y sauna.
Se ofrece aparcamiento por 23 € en la planta baja o en el exterior, junto al jardín del edificio. Hay puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Todo el Parador cuenta con acceso para personas con discapacidad y ascensor para acceder al aparcamiento y a las habitaciones.
Gabi Papito
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02 Noviembre 2025
8,0
Ubicación céntrica, ideal para visitar a pie los lugares de mayor interés. Está bien mantenido,decoración acorde,cuentan con puntuales recursos históricos y estructurales que han sabido aprovechar, como la Capilla, no tan vistoso como otros pero el secreto que los hace especial lo comparto más adelante.Amplio,muchos pasillos y rampas,casi laberinto pero bien señalizado,aprovechan todos los espacios de manera práctica,el parking sí que es un poco estrecho,nos comentaron que entrarán en reformas,seguro esta será una de ellas,en general les vendrá bien un “refrescamiento”cuentan con buena estructura. Recepción un check-in correcto con Mario sonriente,oportuno, gracias por indicar sobre la ciudad y sus secretos y Nidia, simpática y amable. En conjunto,comedor y salones sencillos,arreglados con buen gusto sin mucho que resaltar(otra tarea de ingenio para las reformas con área del Desk incluida).Habitaciones y baño tamaño mediano suficientes, cómodos, limpios y con servicios para 2 personas completos, buen AA, buenos colchones cama muy amplia, con un mini balcón muy mono, no son insonorizadas pero se debe más a la estructura del edificio y además ¡¡ que estamos en Mérida!!! hay que hacer gala a la “sonoridad” como en el Teatro 😉, que no pasa nada si chirrea y suena la madera de las puertas, que es parte del encanto de un edificio de su estirpe. Buen servicio de camareras, amables Rocio y Toñi. Y ahora lo mejor, es que no puedo esperar para contaros lo fantástica y exquisita que ha sido la experiencia gastronómica, como tocar el cielo, es superior hasta a los que tienen más estrellas, ¡¡señores, felicitaciones!!! Como se la curran los Chefs!!! Sois lo mejor en carta y servicio en mesa de todos los Paradores que llevamos conocidos (que son casi la mitad de los existentes), hemos comido mejor que la realeza, vamosssss, Vanguardia con Tradición, platos con divinas esferificaciones que en boca dan sabores inéditos, alimentos osmotizados, todo equilibrado con cocina tradicional, vamos, un milagro de calidad en mesa, super recomendado el Salmorejo de Mango con helado de tomate, cebolla encurtida y esferificaciones de AOVE y albahaca, por Dios que no puedo deciros lo feliz que estaba mi paladar, el solomillo celestial, Tagarninas salteadas con gambas y huevo, postres osmotizados , bueno, todo todo magnífico, seguro que tendremos que regresar a por más de todas sus delicias. Nos atendió Nuria con gentileza nata y gentilicio demostrado en sus recomendaciones, en su delicadeza se esconde una crack en comunicación y excelencia en un servicio discreto y perfecto, muchísimas gracias, es la guinda para un Servicio en comedor de superioridad absoluta (y gracias por tomarnos la foto con el letrerito y el nombre del Parador 😉) Gracias a Cándido por sus amables recomendaciones con los postres cómo abordarlos y lograr el tope del disfrute en boca. Va a ser super difícil superar esta experiencia gastronómica en otros Paradores, desde ahora tienen el listón muy alto. En el desayuno otra crack del dominio de su área, Alba, correcta, sabe escuchar y atiende discretamente cada petición de los clientes, aunque estuvieran full el comedor demuestra un servicio de primera y sin retrasos, atenta a todo sabe cómo está cada cliente, cada mesa, todo lo lleva bajo control con el apoyo de un diligente y asertivo Andrés, gracias mil por los platos calientes, sobretodo por mi petición del revoltillo con tomate y jamón york sin ponerle pegas a nada y las migas estaban estupendas, gracias a Alejandro que es un chico nuevo amable y muy servicial, seguro aprenderá rápido bajo la tutela de Alba. El bar la Alacena del Foro es amplio y cómodo, en barra de nuevo un sonriente y agradable Andrés, con conversación amena y muy educado. En el check-out muy amable Miriam, fue rápida y correcta. Muchísimas gracias a todos, el secreto de que sea especial este Parador (aparte de la gastronomía celestial) es “su gente”, saben trabajar en equipo y les gusta lo que hacen, son armoniosos, eso les concede ciertamente el éxito, un gran abrazo desde Sevilla, seguro regresaremos.
Ulanova Márquez
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05 Octubre 2025
10,0