Parador de Granada en Granada

Estuvimos en la cafetería tomando café y un postre y fue una experiencia fabulosa. Tomamos tarta de queso con base de boniato , buenísima!!!!

No hubo mucha explicación y fue difícil entender cómo funcionaba. Creo que el desayuno Nasr (Halal) es el estándar para la cena, pero si no lo sabes, sería mejor optar por eso. Si pides un menú diferente, te enfrentarás a una cantidad aterradora de prosciutto, y se rumorea que a algunas personas les molestó hasta 20 camarones.

Este es un lujo de los mejores porque está ubicado en el centro de la Alhambra. Su restaurante es una maravilla por su comida, por sus instalaciones, por sus vistas y por la calidad de su personal. Lo recomiendo para ir solo, en pareja (no hay mejor sitio para enamorar y enamorarse), con la familia, con los amigos o para celebraciones al mas puro estilo de los reyes. Se respira tranquilidad hasta por el trato de los empleados.

En la terraza se come super agusto. Manuel y el otro camarerouy amables y profesionales y la comida muy buena. Pero se echa en falta más camareros para atender tantas mesas.

Increíble instalación. Buena ubicación. Pero debes reservarlo antes de lo que crees.

Hotel precioso en un enclave idílico. Todos son muy simpáticos y se come muy bien

Alojarse en el Parador de Granada valió la pena al 100%. Es un lugar tan emblemático, y si estás planeando visitar la Alhambra, no podría ser más conveniente: está literalmente allí. Puedes llegar en coche hasta el parador, pero asegúrate de reservar una plaza de aparcamiento con antelación. De lo contrario, tendrás que aparcar bastante lejos, lo que puede resultar complicado. Una de las mejores cosas de alojarse aquí es poder pasear por los terrenos de la Alhambra cuando quieras, incluso cuando no hay turistas. Es una experiencia tan única. Dicho esto, el parador no es muy céntrico para visitar otras partes de la ciudad, excepto el centro histórico, que está a pocos pasos. Sin embargo, tenga en cuenta que el camino de regreso implica una subida un poco cuesta arriba. Si eso es un problema, tomar un autobús o un taxi es una buena opción, pero si no te importa caminar, está a sólo diez minutos del centro de la ciudad. El desayuno es decente, pero no hay nada por lo que entusiasmarse demasiado. La cena estuvo bien, no estuvo mal, pero tampoco fue sorprendente. Nos decepcionó un poco que el comedor interior no tuviera mejores vistas. La terraza exterior (que estaba cerrada cuando fuimos) tiene unas vistas estupendas del Generalife. La habitación era bonita y cómoda, y el servicio también era bueno. En definitiva, es una gran elección, especialmente si visitar la Alhambra es una gran parte de tu viaje.

Muy aleccionador en comparación con otros paradores (por ejemplo, Santiago de Compostela). Habitación estándar bastante oscuro, el baño aún más oscuro, moderadamente limpio, la presión del agua de la ducha apenas está disponible. El precio es demasiado alto para esta habitación.

Comida familiar en el Parador de Granada de mucha calidad en un entorno privilegiado, y mención aparte el personal que nos atendió, desde la primera persona hasta la última han tenido un trato excepcional con nosotros. Así que sin duda, volveremos. Muchas gracias.

En resumen diría que es un restaurante “normal” con platos elaborados en formato “boda”. Me pareció un restaurante con poco presupuesto. Las expectativas eran altas pero no se cumplieron. Agradecer que nos reservaran una mesa con vistas, tal como proponia, al ser un aniversario familiar. Para empezar el camarero de sala (omito nombre) muy serio y distante. Sin comentarios o informaciones adicionales a nuestras preguntas sobre la carta, a parte de -bien- o -bueno-. Lo siguiente, la copa se ve sucia y con el vino servido. Los entrantes, normal: croquetas algo frias y quisquillas mejor. La berenjena algo dura. Solomillos buenos pero no bien cocinados. El poco hecho es en realidad normal, asi que imaginad que yo lo pedí hecho…el resultado una buena carne que se queda dura. El rape, plato con decoracion pero nos pareció algo duro. No era un producto de excesiva calidad. Los postres buenos. La camarera Maria Jose, amable y servicial, nos dedicó tiempo y empatia y nos hizo pasar un rato agradable. Se nota que le gusta su trabajo. Las vistas por lo que parece estar tan cotizado el restaurante estan bien. Mejor si te das un paseo por los exteriores. Acabar la sesion con un cafe en la terraza tiene valor añadido. El camarero de la terraza, un chico joven, muy amable y atento tambien. Una buena experiencia pero lo puntuo con un 5 la sala, un 6 la comida y un 7 el espacio exterior. Gracias