Palacio de La Oliva en Vigo

Éramos un grupo de 8 personas y disfrutamos de una velada perfecta. El diseño y el ambiente son impresionantes, la comida es excelente, variada y servida en grandes porciones aptas para compartir, y el servicio es atento y profesional. En un grupo de 8 comensales hay mucha diversidad y Eva fue atenta y rápida en responder a las diferentes preferencias. Altamente recomendado.

Una Experiencia Inolvidable en el Palacio de la Oliva para mi cena de cumpleaños Desde el momento en que llegamos al Palacio de la Oliva, supimos que nos esperaba algo especial. Ubicado en el corazón de Vigo, este restaurante ofrece mucho más que una simple comida: ofrece un viaje de sabores, elegancia y un servicio impecable. Tuvimos el privilegio absoluto de reservar la mesa del chef y déjame decirte: estaba fuera de este mundo. Ver el arte desarrollarse frente a nosotros fue fascinante. Cada plato fue una obra maestra, cada uno más impresionante que el anterior, con ingredientes, presentación y técnicas que reflejaban la pasión y creatividad del equipo de cocina. El chef interactuó con nosotros en todo momento, explicándonos la inspiración y la artesanía detrás de cada plato: una experiencia culinaria verdaderamente inmersiva. Una mención especial debe ir a Eva, la gerente, quien hizo que todo el proceso fuera fluido y personalizado de principio a fin. Desde la reserva inicial hasta las despedidas finales, destacó la atención al detalle, la calidez y el profesionalismo de Eva. Nos hizo sentir no sólo como invitados, sino como amigos de honor de la casa. Su cuidadosa coordinación aseguró que cada aspecto de la velada superara nuestras expectativas. Esto no es sólo un restaurante: es una celebración de la buena mesa, la hospitalidad y los momentos inolvidables. Definitivamente regresaremos. ¡Bravo a todo el equipo!

Precioso y esquisito local tanto para cenar como para bailar

Cenamos en pareja el menú 3, compuesto por tres entrantes, un principal de pescado (lubina con todo su sabor), otro de carne (pollo celta, con una reducción espectacular) y postres. Decir que todos los platos superaron nuestras expectativas, con producto gallego, local y de primerísima calidad. El lugar es muy bonito, con un gran ventanal de cristal que permite ver el exterior y el interior del lugar para tomar algo. La atención es sencillamente perfecta. Destacar la atención de Eva, la jefa de la sala. Es bonito encontrar gente tan profesional y que tenga un gran conocimiento sobre el mundo del vino. Tomamos un Burdeos que fue sencillamente perfecto como maridaje para todos y uno de los platos, y terminamos con un Pedro Ximénez. Repetiremos seguro para seguir probando los platos del chef. ¡Una experiencia gastronómica simplemente perfecta!

Comida riquísima! Servicio excelente! El unicoperl sería que al final de la cena se escucha la música de abajo

Mi mujer y yo estuvimos el sábado disfrutando de la excelente comida en el Restaurante El Olivo, nos ha gustado todo, el local, el ambiente, el personal y la comida. El persona muy atento, eficiente y consejero, algo que siempre agradecemos y valoramos. La comida excelente, destacamos la lubina hecha a la brasa, y la "pasta" sin pasta, un aciertazo. La carta de vinos es extensa y completa, y si tenéis fiaros de Rubén, sabe más que cualquiera :) Volveremos, seguro.

Para tomar copas es un encanto. Pero se paga bien las copas.

Trato excepcional en un ambiente único. Uno de los mejores locales de Vigo.

Olvidé mi chubasquero debajo de una mesa una noche de viernes y, realmente me sorprendió haberllo encontrado ya que era una marca sueca bastante conocida. Agradezco muchísimo al personal y la gestión de los objetos olvidados. Gracias!!!!!

Llegamos al Pazo da Oliva, un exterior imponente de piedra rústica, combinado con toques de madera en una arquitectura moderna y vanguardista, sin perder la identidad del centro de la ciudad de Vigo. Paseando por un interior muy bien decorado, de estilo “modern jungle”, terminamos el recorrido en la Mesa del Chef, una sala privada exquisitamente trabajada para hacerte sentir como si estuvieras cenando en casa con tus amigos. Éramos ocho personas, con un comensal que no comía carne. Eso no impidió que nos diseñaran un menú inolvidable de la “Mesa del Chef”. Pensado por el maestro Pepe Solla y ejecutado brillantemente esa noche por tres jóvenes chefs, el menú nos hizo viajar por diversos lugares, degustando los más variados e increíbles productos y combinaciones, con especial énfasis en los platos de pescado. No obstante, finalizamos con una costilla de vaca que se derretía en la boca con cada bocado. Plato tras plato, sorpresa tras sorpresa, pero sobre todo, un sabor de 10/10. Acompañados por un camarero/sommelier de la más alta educación y perspicacia en el servicio, y dirigidos por la fantástica jefa de sala, Eva (quien lideró todo desde la reserva de esta cena), todo se transformó en una cena entre amigos, en una noche memorable. Sin olvidar una bellísima carta de vinos y excelentes recomendaciones, además de poder terminar la noche en el Bar Templario, ¡muy divertido y con un ambiente increíble!