Oro y Luz en Níjar

Lugar donde te sientes muy bienvenido. Tuve una estancia maravillosa y muy bien atendido, buena cocina y personal muy amable. Están listos para ti

Hotel muy coqueto, tranquilo a la vez que moderno, eco-friendly y acogedor. Cuenta con bonitos jardines de olivos y flora autoctona y una agradable piscina con solarium. Bonitas vistas al parque natural de Cabo de Gata. El joven equipo que lleva el hotel es super amable, educado, dinamico y servicial. Hacen todo lo que está en sus manos para proporcionar una estancia memorable y auténtica. Buen restaurante de cocina de autor que es muy recomendable visitar. (Atrae y atiende a turistas de los alredeores que no se hospedan en el hotel) y puedes pedir a la carta y que te lo sirvan en tu habitación/ terracita!

Como siempre no falla. Buen sitio para comer una cocina un tanto elaborada y sorprendente. El chef italiano nos deleita con una gastronomía de la zona combinada con su toque exquisito y que la diferencia del resto de restaurantes de la zona.

Un paraíso de tranquilidad en medio de la Sierra del Cabo de Gata, a destacar la atención y amabilidad de Anna y Alfredo y las chicas que arreglan las habitaciones, les doy la enhorabuena por lo bien cuidado que está todo y lo tranquilo y relajados que hemos estado. Hotel resort de 10.

Llevo viniendo desde que se inauguró todos los años. La piscina, el restaurante, las habitaciones, todo ¡De cine! Como los cabeceros de las camas.

Comimos maravillosamente en el Restaurante. Todo muy bonito, la comida muy rica y el camarero extremadamente amable. Totalmente recomendable.

Genial restaurante con una terraza súper bonita y agradable! La comida muy rica, el personal liderado por Alfredo un encanto, maravillosos. Recomiendo cien por cien si estás en Cabo de Gata pasarte por este oasis de paz.

Comida muy buena y gran servicio! Gracias a Manu, Carmen y Alfredo pot el trato!

Precioso lugar para descansar y desconectar !!

Nosotros fuimos al restaurante y la verdad es que el espacio es muy chulo y muy bien decorado la pena era el calor que hacía el cual intentaban solventarlo con ventiladores además de aa, pero insuficiente al tratarse de una zona acristalada en techo y paredes ( seguro que en invierno será mejor) Nos recibieron con un aperitivo de cogollo con crema y crujiente, muy fresco con el calor del dia. Los primeros que pedimos fueron un flan de calabacin y foie y ensaladilla rusa, también buenísimos. Los segundos fueron más dispares: el calamar era espectacular y la parrillada de carne no fue lo que esperabamos (supongo que estamos acostumbrados a las parrilladas argentinas con trozos grandes de carne de buey, ternera etc Esta eran trozos pequeños de cerdo, chorizo y morcilla con muchas patatas) La camarera era un encanto, para mi la mejor, Daniel el chef y Alfredo el dueño también muy simpáticos. No pongo las 5 estrellas por el calor del salón y por qué en la página sigue saliendo el antiguo chef que te lleva a confusión.