Oquendo en Cáceres

Excelentes tapas. El ambiente es muy cómodo, y el menú tiene muy buena selección. El postre se puede pasar, no agrega nada a la experiencia , pero todo lo demás estaba muy bien.

La comida una maravilla. El servicio muy amable y atento. Muy buena experiencia.

Un familiar nos recomendó este local, un clásico de Cáceres, y después de cenar en Oquendo le agradecimos la sugerencia. Al llegar estaban llenas todas las mesas altas con taburetes. Encontramos un hueco -¡el último! en la barra y allí nos aposentamos. Un servicio muy eficaz nos atendió enseguida enmedio de un trasiego constante. Tomamos una muy buena cerveza artesanal de grifo: La Salve, con fábrica en Bilbao. Estaba estuependa. Una característica ya advertida de este lugar es que con cada bebida te van poniendo pinchos a elegir entre una variedad increíble. Destacamos el de anchoa y el de queso fresco con aceite. La carta de raciones y de tapas nos pareció muy amplia: nada menos que 29 de cada. Sobre todo, destacamos los tacos de bacalao en una cama de tiras muy finas de pimientos verdes y rojos, muy crujientes. Estaban deliciosos. En nuestra próxima visita a Cáceres repetiremos, a ser posible, sentados en una mesa para mayor comodidad.

Un familiar nos recomendó este local, un clásico de Cáceres, y después de cenar en Oquendo le agradecimos la sugerencia. Al llegar estaban llenas todas las mesas altas con taburetes. Encontramos un hueco -¡el último! en la barra y allí nos aposentamos. Un servicio muy eficaz nos atendió enseguida enmedio de un trasiego constante. Tomamos una muy buena cerveza artesanal de grifo: La Salve, con fábrica en Bilbao. Estaba estuependa. Una característica ya advertida de este lugar es que con cada bebida te van poniendo pinchos a elegir entre una variedad increíble. Destacamos el de anchoa y el de queso fresco con aceite. La carta de raciones y de tapas nos pareció muy amplia: nada menos que 29 de cada. Sobre todo, destacamos los tacos de bacalao en una cama de tiras muy finas de pimientos verdes y rojos, muy crujientes. Estaban deliciosos. En nuestra próxima visita a Cáceres repetiremos, a ser posible, sentados en una mesa para mayor comodidad.

La comida muy buena. El servicio sin embargo deja mucho que desear, especialmente en la parte de fuera, de la barra. Es difícil que te atiendan. El chico a penas te mira a la cara, la chica que nos ha atendido hoy no sabía explicarnos las raciones y han sacado los platos en orden erróneo. Una pena porque no es la primera vez que me llevo esta impresión y es por lo que escribo esta reseña.

No he dejado de ir a Oquendo tanto en tiempos de su anterior titular como en la actualidad. La calidad y el servicio es y sigue siendo la misma. Ni se nota el cambio de dueño ni el cambio de personal que, al igual que el antiguo, siguen ofrecíendo una calidad y servicio difícilmente superables.

Impecable y extraordinario en todos los aspectos

Un clásico de Cáceres que nunca falla. Me ha gustado mucho volver a Cáceres y ver que todo un clásico como Oquendo sigue con su calidad por bandera. Los camareros muy atentos y educados. Hemos pasado un rato muy agradable.

El servicio y el local estupendos, pero hay poca variedad de comida y la carne bastante justita de calidad. Hemos echado de menos unas migas en la carta

Taperia muy buena. Con ricas tapas y platos. Con cada consumición,te ponen una muy buena tapa. Gran variedad de vinos y cerveza vasca de grifo muy buena. Parada obligatoria en Cáceres.