OLLUKO (Huesca) en Huesca

muy bueno todo y muy abundante. El trato excelente

Hicimos una reserva hace una semana para cuatro personas. Queríamos mesa para las 9 y se nos indicó que mejor a las 10. Llegamos a las 10 y el camarero, que parecía el jefe, nos preguntó si teníamos reserva y le dijimos que sí, que ahora a las 10. Nos miró con cara de sorpresa y confirmó nuestra reserva pero nos dijo que nos fuésemos a tomar algo una media hora porque estaban todas las mesas ocupadas. Salimos del bar un poco desconcertados y nos fuimos a otro local esa media hora. A las 10:30 regresamos y al vernos, nos dice con sorpresa ¡volvisteis!. No dábamos crédito. Todavía esperamos un poco hasta que nos llevó a la mesa. Un trato muy muy muy poco profesional.

Feliz tercer aniversario a uno de los restaurantes top de Huesca, la dedicación y la pasión que le pone Jaime y su equipo a su trabajo, hacen de este, un lugar mágico para el paladar, salud.

La calidad de la carne muy, muy buena, la presentación excelente, esta muy limpio y es muy acogedor, el trato muy bueno. Merece la pena ir !!!!!!

Su gastronomía Peruana/Fusión son de calidad, al igual que su servicio, quiero destacar que Jaime su propietario es un excelente emprendedor que lleva ya 3 años en Huesca, nos trajo la cocina Peruana y vino para quedarse, destacar su constancia y profesionalidad, siempre nos ofrece nuevos platos, queremos felicitarlo y que siga así, coleccionando éxitos.

Muy bueno el ceviche. Se come con 🥄🥄🥄. No se os ocurra dejar nada en el plato!!!

Comida peruana. Precio medio. Merece la pena probar comida diferente. Buen ambiente y el restaurante muy bonito

Hemos comido en Olluko ,se destaca por una carta de platos de cocina peruana, corta , pero muy sugerente y bien elaborada. Comida agradable y platos para compartir

La comida está bien, es una experiencia diferente. El servicio mal, un poco frío y arrogante. La relación calidad precIo, un poco caro para lo que ofrecen. Como experiencia bien pero no repetire.

Llegamos a comer a las dos que es cuando abre sus puertas este restaurante. Se trata de un local que está bastante elegante, con detalles curiosos y con un rinconcito dedicado a un antiguo afilador de cuchillos, muy llamativo y a varias botellas de vino todas ellas espectaculares. Pedimos la causa limeña, que es un plato llamativo y rico. De segundo el Tiradito de atún rojo de almadraba que nos parece espectacular y en tercer lugar el pollo con salsa agridulce que también está sabroso. Precio de la comida 68,02 € personas con dos copas de Alvariño y un café. Muy buena relación. Calidad. Precio. Restaurante recomendable. Amabilidad de su propietario. Amante de los cuchillos miyabis como yo.