OLLUKO (Huesca) en Huesca

Hemos venido de Girona a Huesca a pasar el puente y unos amigos nos recomendaron este restaurante y lo cierto es que nos ha encantado. Muy recomendable, es un local muy acogedor, personal y chef son muy agradables y los platos 10/10.

Una comida de encanto. Desde que entras y sales vives la cultura peruana. El chef nos sorprendió con unas croquetas riquísimas. El chef nos explicó la inspiración de cada plato. Sin duda repetiremos la experiencia, y, sobretodo, recomiendo el demonio de los andes.

Todavía estoy procesando la experiencia porque Olluko no es un restaurante… es una experiencia gastronómica en toda regla. La cocina es de otro nivel: sabores explosivos, platos que entran por los ojos y una calidad que te hace replantearte todo lo que creías saber sobre la comida peruana. La atención del dueño merece capítulo aparte. Amable, atento y con ese buen rollo que convierte una cena en una noche redonda. Da gusto cuando alguien disfruta tanto de su trabajo que te lo contagia. El ceviche de vieira… ¡madre mía! Creo que me enamoré un poco. Fresco, equilibrado y con un sabor increíble. Sin duda, el mejor plato de la noche. Y cuando pensábamos que no podía ir a más, el dueño nos sorprendió con unos chupitos de Demonio de los Andes. Solo diré que… el demonio hace honor a su nombre. ¡Un final inolvidable! En resumen: el mejor restaurante peruano al que he ido. Volveré sí o sí.

Una noche espectacular en un sitio donde no solo daba la talla sino que sobrepaso nuestras expectativas. Platos cuidados al detalle y hechos con el cariño de alguien que ama la cocina. Sin duda un sitio en el que pararse para disfrutar de esta experiencia gastronómica que te lleva hasta el mismísimo Peru.

Hemos comido a gusto, los platos estaban muy ricos y la atención estupenda por parte de Jaime.

Podría ser mejor. La decoración es bonita, el restaurante es luminoso, pero los precios son altos para lo que es. Y el camarero (creo que el dueño) organiza el servicio a su antojo. Pedimos un aperitivo y una copa de vino con la comida, y nos trajo el vino como aperitivo y el cóctel como digestivo. Se relajó al final de la comida, se acercó a charlar y nos ofreció un digestivo. Resultó ser amable, aunque pasó mucho frío durante la comida. Por eso digo que podría ser mejor. Podría ser mejor.

Comida deliciosa, con estilo, bien presentado y personal agradable y cercano. Algo diferente en la ciudad. Muy recomendable.

Fui a comer con unas amigas y nos pareció un sitio estupendo, la comida estaba buenísima y el trato del personal muy bueno también. Recomendado totalmente.

El restaurante es muy bonito y la atención fue buena. En general quedamos contentos con la cena: probamos varios platos y todo lo que pedimos estaba muy rico. Eso sí, hay un par de cosas a tener en cuenta. La causa, por ejemplo, viene con una salsa bastante picante. Estaba buenísima, pero realmente pica mucho y no vimos que estuviera indicado, así que conviene avisar a los clientes porque no todo el mundo lo tolera igual. Por otro lado, pedí una chaufa sin cebolla porque no la puedo comer por temas digestivos. Entre que iban llegando los platos se olvidaron de ella y al final, cuando la trajeron tras reclamarla, llegó con cebolla. Como ya era tarde (casi las 11 de la noche), no quise esperar más y retiré la cebolla como pude. La verdad es que el plato estaba riquísimo, pero es un detalle importante porque no es cuestión de gustos, sino de salud digestiva. En cualquier caso, la comida es muy sabrosa y la experiencia en general fue buena. Creo que cuidando estos detalles puede ser un sitio redondo.

Siempre maravilloso!!! No defrauda, la combinación de sabores, el buen trato del personal, la tranquilidad del espacio...