Olivo Corso en La Oliva

Todo lo que pedimos estaba buenísimo, incluidos los postres. Ponen atención y cuidado en todos los detalles, lo que hace que sea una experiencia buenísima!

Esta fue mi primera vez en Olivo Corso. Mi esposa lo reservó para mi 50 cumpleaños y quedé muy contento con el trato. Fuimos directamente a los platos principales, ya que teníamos muchas ganas de comer postre. Mi esposa pidió ratatouille y yo quería el entraçot, pero por desgracia se había agotado, así que pedí chuletas de cerdo. Al principio me decepcionó un poco, pero el sabor pronto me convenció. Compartimos de postre la tarta de queso con chocolate blanco, la tarta tatin de manzana y el pudin de pan canario. No pudimos terminarlos todos debido a las generosas porciones, tanto de los platos principales como de los postres, pero nos aseguramos de devorar el pudin de pan. Imprescindible en cualquier visita. Me atrevería a decir que iría a Olivo Corso solo por un café y el pudin de pan. Si buscas un restaurante con buen ambiente, buena comida y una excelente relación calidad-precio, Olivo Corso debería estar entre tus 3 mejores sitios para comer en El Cotillo. ¡¡¡Simplemente ponte tus pantalones más elásticos!!! 😂❤️

Siempre es un placer comer en Olivo Corso. Muy buena calidad y muy buen servicio. Los dados de atún con mojo una delicia. Todos muy profesionales pero hay que destacar a Clara que es una pedazo de profesional y muy simpática. Ganas ya de volver!

Buen producto y variedad. Tienen una terraza y local muy agradable

Bonito restaurante cerca del puerto con un ambiente agradable. Puedes sentarte tanto en el interior, donde destaca el Gyotaku (técnica de impresión japonesa en la que se pintan peces con tinta y luego se presionan sobre papel de arroz), como en el exterior. No habíamos hecho reserva y tuvimos que esperar un rato para que pudieran comprobar si había mesas libres para la noche. Luego nos sentaron en una pequeña mesa en el interior, justo en el pasillo entre las dos entradas. Así que nos sentamos directamente en la corriente de aire entre las dos entradas. En realidad, el restaurante está decorado con mucho estilo, pero nos sentamos en dos sillas bajas de plástico rojo. El menú se puede mostrar en tu teléfono inteligente en muchos idiomas mediante un código QR. Elegimos tres tapas como entrantes: papas arrugadas con dos tipos de mojo, almejas tigre rebozadas y setas rellenas de gambas. Los entrantes llegaron muy rápido. La presentación fue muy buena, no había nada malo con el sabor. Como platos principales elegimos tataki de atún y cochinillo asado de la zona con gratén de patatas. El tataki estaba bueno, pero el acompañamiento (ratatouille) era muy escaso en el plato. Lamentablemente las hojas de lechuga no estaban aliñadas. El plato simplemente no estaba completo. El asado también estaba bueno, pero lamentablemente también escatimaron en el acompañamiento (gratinado de patatas). Tuvimos contacto con el servicio tres veces: al llegar, al realizar el pedido y al pagar. Durante nuestra estancia siempre tuvimos la sensación de no ser realmente bienvenidos. ¡Demasiado! En general, la comida tenía buen sabor y la presentación era muy agradable, pero las guarniciones, especialmente la cantidad, podrían mejorarse y la relación calidad-precio podría mejorarse significativamente. Cuando nos marchamos, casi todas las demás mesas estaban todavía vacías a pesar de los carteles de reserva. En general, esperábamos más del servicio. Probablemente no volvamos.

Comida riquisima, personal encantador, todo perfecto! Ha sido una cena increible muchas gracias

Merece la pena venir! Todo muy rico

Sitio muy recomendable, tanto por el local, decorado con mucho gusto y encanto tanto como por la atención recibida por el personal y por los platos, que estaban exquisitos. Nos decantamos por la berenjena, el hummus, el pulpo y el tartar y todo estaba riquísimo y con una presentación increíble. De postre decidimos probar la tarta de queso y el helado natural y fue una decisión muy acertada. Lo recomiendo. El único detalle que no nos gustó fue que al traernos la cuenta, ésta venía con dos caramelos y éramos tres comensales, por lo que nos pareció feo. Entendemos que no es obligación de la casa, pero es mejor no haber puesto ninguno a haber puesto 2 para 3.

Hay un menú en la entrada pero no hay menú de papel en la mesa, tienes que escanear el código QR para obtener el menú en tu teléfono. Buen menú con una opción razonable. Una vez que pudimos hacer nuestro pedido de comida... después de esperar 30 minutos... los platos llegaron rápidamente y estaban absolutamente deliciosos. Optamos por unas tapas, y estaban muy bien presentadas.

Abbiamo cenato al fresco pur avendo chiesto di stare all’interno perché vengono tenute aperte le due entrate opposte. Cibo impiattato con ricercatezza e di ottima qualità . Pane a pagamento … insomma Frenesia intorno tra clienti che passano via e personale all’opera. Prezzi in linea con quelli italiani…. Comunque merita anche perché noi amiamo assai la cucina francese.