OLAS Restaurante en Oleiros

El mejor restaurante por mucho en A Coruña, y fuimos a varios! Pedimos de entrantes los Chicharrones que tenian un sabor muy especial y la Ensaladilla de pulpo y vieras muy sorprendente. Luego el Arroz de costilla de ternera que no podiamos dejar de comer, y finalizamos con un pescado salvaje que nunca habiamos probado, Rapé, que estaba increible con un sabor y una textura muy diferente a los pescados que estamos acostumbrados. Siempre pregunto el nombre a nuestro mesero, Victor fue muy amable y nos sugirió el vino justo como explicamos y queriamos. Pedimos un postre de algo con Piña que estaba tan bueno que no llegó ni a la foto. Fue sorprendente en todo momento los sabores ocultos que salían de los platos, es una cocina muy elaborada y fina, del mas alto nivel. Lástima que no seamos locales para ir mas seguido, quizá si regresamos en un futuro ya tengan una estrella y la carta se vaya al triple en precio, los que puedan aprovechar antes de eso, vayan de vdd, no se van a arrepentir. como cereza del pastel, el Chef salió a caminar entre las mesas y nos toco saludarlo, sencillo y encantador, como su cocina.

EXCEPCIONAL! La comida de gran calidad, cocinada con mimo y emplatada con cuidado. El ambiente, tranquilo, con hilo musical y buenas vistas, coronado todo ello con un servicio atento y exquisito. Incomprensibles algunas de las reseñas que he leído, las cuales me asustaron mucho porque ya había reservado. Nos ha encantado y de nuevo, FELICITAR a todo el personal por su saber hacer. ENHORABUENA!

Tome un café aquí varias veces y he de decir que el café es bastante malo, sabe un poco a quemado en las dos ocasiones que fui. Por lo demás el sitio es muy recomendable, la terraza es preciosa con vistas al mar, hay zona con sofás para estar muy cómodo y el personal es muy agradable.

El restaurante no puede estar en un sitio mejor, ya que está situado en pleno paseo marítimo con unas vistas espectaculares al mar pero los precios son exagerados, cantidades raquíticas y es por esto probablemente que el ambiente es muy pobre ..la carta de vinos es excesivamente cara teniendo en cuenta que son conocidos …la atención fue muy buena !

Un lugar excepcional con muy buenas vistas a la bahía y al castillo de Santa Cruz. Los amplios ventanales dan mucha luminosidad y permiten disfrutar de estas vistas. El ambiente es muy tranquilo y acogedor, y el servicio excepcional con un personal muy amable y atento. En cuanto a la comida pedimos Bonito en escabeche de peras y tomates, un salmorejo con langostinos y un solomillo de ternera con patatas fritas, este último plato (36 euros) aunque bueno no resultó ser muy especial y en cuanto al bonito en escabeche, no resultó ser suave, aún siendo bueno el sabor. La relación calidad precio no es la mejor, pero por el ambiente tranquilo y relajado y las extraordinarias vistas hacen que esté cerca de un sitio de 5 estrellas. En el menú ofrecido se echaban en falta platos típicos de la zona como las zamburiñas o navajas. Respecto al aparcamiento se puede solicitar una plaza en el momento de la reserva, según disponibilidad en el hotel donde se encuentra. Las plazas en el exterior son de zona azul.

Las vistas inmejorables, la atención del personal excelente, el diseño del local minimalista con encanto. La comida en cuanto a presentación excelente, el arroz, uno de los platos que tomé, le faltaba estructura, no estaba en su punto. Los postres buenos.

Ubicado en un entorno que ofrece vistas increíbles, este restaurante destaca por su comedor amplio y bien distribuido. Lamentablemente, durante nuestra visita, el comedor estaba prácticamente vacío, lo que resultó sorprendente considerando la calidad del lugar. La atención recibida fue correcta y los camareros se mostraron amables en todo momento. Sin embargo, la experiencia se vio afectada por el excesivo tiempo de espera para ser servidos, a pesar de que solo había tres mesas ocupadas, cada una con dos comensales. En cuanto a la comida, esta es sin duda buena y de calidad, con platos bien presentados y sabores agradables. No obstante, encontramos que los precios no se justifican en relación a la oferta gastronómica presentada. En resumen, aunque el restaurante tiene puntos fuertes como su ubicación y la calidad de la comida, aspectos como la demora en el servicio y la relación calidad-precio dejan áreas significativas para mejorar.