Este lugar es mucho más que un sitio donde tomar té o comer saludable: es una extensión del corazón de Cruz y David. Ella, con su presencia serena y sabia, te guía con respeto y belleza por el camino del té como solo una verdadera maestra sabe hacerlo. Él, con manos de chef y alma creativa, transforma ingredientes de cercanía en platos que nutren de verdad, llenos de sabor y cuidado.
Cada visita es una experiencia: el detalle en cada gesto, el cuidado en cada preparación, la calidez en el trato... Todo está pensado para que te sientas bien, en cuerpo y alma. Para mí, es un refugio, una fuente de inspiración y un recordatorio de que se puede vivir, crear y cuidar con conciencia.
Gracias por tanto, siempre.
Alba
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29 Junio 2025
10,0
Un verdadero activo para Gijón/Asturias… tenemos la suerte de tenerlo cerca.
Admin Admin
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22 Junio 2025
10,0
Un lugar de paz y serenidad donde el tiempo pasa más despacio y aplicas la atención plena a disfrutar del momento. Todo se hace despacio, con mimo, para que la experiencia sea insuperable. Curcuma Latte de escandalo, comida deliciosa y tartas de otro mundo. Y charlar con Cruz una maravilla.
Henar Turrado
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06 Junio 2025
10,0
Increíble! Los tés son de una calidad espectacular y la comida súper sabrosa. Siempre que voy a Gijón es mi parada obligatoria, guilty pleasure! Sin ser guilty porque todo es muy saludable 🙂
Covadonga Alvarez Alvarez
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30 Mayo 2025
10,0
¡Un lugar increíble! El ambiente, la música, la comida. ¡Simplemente perfecto!
Desiree Arriaga
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28 Mayo 2025
10,0
Me sorprendió gratamente esta joya de paz en medio del caótico Gijón. Ya había estado en una cafetería antes, pero decidí irme. Sinceramente, hoy estoy lidiando con cierta tensión interior, que se ve agravada por el caos general. Llegué a un lugar vacío, lo que automáticamente me hizo sospechar. No estaba segura de si mi limitado español sería bien recibido; siempre es un poco impredecible. Me recibió una mujer encantadora, que supongo es copropietaria con su marido. Me dejé llevar por el ambiente, lenta y difícilmente. Tardé una eternidad en pedir, pero tuvo paciencia. Cuando finalmente pedí, me sugirió pedir otra cosa debido a mi intolerancia alimentaria. Al principio me desanimé, pero me ayudó y luego simplemente la dejé llevar. Su disposición y amabilidad calmaron mi interior. Y quedé muy satisfecha con mi comida. Eligió mi té, que maridaba bien, y supongo que su intuición predijo que necesitaba "Happy Balance" 😅. Ambos fueron extremadamente amables y atentos. Y el ambiente tranquilo es inigualable en la ciudad. Estoy muy feliz de haber pasado mi único día aquí disfrutando de una comida conmovedora. ¡Gracias! El ambiente es una extensión de los dos corazones que lo crearon. Pensé en reservar otro día para poder pasar más tiempo aquí.
Kira Akina
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14 Mayo 2025
10,0
Comida que se siente hecha con mimo❤️
Jehisel Ruth
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09 Mayo 2025
10,0
Una joya de paz y sabor: Okaeri
Okaeri no es solo un lugar para comer, es un refugio para los sentidos. Desde el primer bocado se percibe que la calidad de los ingredientes no es una promesa, sino una realidad que se expresa en el sabor auténtico de cada plato. Aquí, la comida sabe a comida: limpia, honesta, deliciosa.
Los postres… no encuentro palabras suficientes. Son, simplemente, extraordinarios. Una experiencia que invita al silencio y a cerrar los ojos por un instante. La carta ofrece principalmente opciones veganas, elaboradas con un cuidado que trasciende lo gastronómico y se convierte en un acto de respeto.
Las infusiones y tés son otro universo por descubrir: fragantes, equilibrados, reconfortantes. Y todo ello en un espacio que invita a la calma. No hay lugar para voces elevadas ni móviles sonando; la tranquilidad es parte esencial de la experiencia.
Ir a Okaeri es también comprometerse con su esencia: respetar la atmósfera que sus creadores han cultivado con mimo y, sobre todo, permitirse disfrutar. Porque aquí, comer es también una forma de cuidarse.
Sandra Rodriguez-Rodero
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06 Mayo 2025
10,0
Cruz y David merecerían 10 estrellas. Trabajazo, pasión e ilusión en lo que hacen. Encontramos el lugar sin saber de él, y se convirtió en nuestro hogar durante la estancia de 4 días que estuvimos en Gijón. Una carta de gran calidad tanto en la parte sólida como en la líquida y una atención humana. Mil gracias por ofrecer cosas diferentes. Deseando que llegue la próxima ocasión.
Paula Arribas
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05 Mayo 2025
10,0
Okaeri no es solo un lugar para comer, es un refugio para los sentidos. Desde el primer bocado se percibe que la calidad de los ingredientes no es una promesa, sino una realidad que se expresa en el sabor auténtico de cada plato. Aquí, la comida sabe a comida: limpia, honesta, deliciosa.
Los postres… no encuentro palabras suficientes. Son, simplemente, extraordinarios. Una experiencia que invita al silencio y a cerrar los ojos por un instante. La carta ofrece principalmente opciones veganas, elaboradas con un cuidado que trasciende lo gastronómico y se convierte en un acto de respeto.
Las infusiones y tés son otro universo por descubrir: fragantes, equilibrados, reconfortantes. Y todo ello en un espacio que invita a la calma. No hay lugar para voces elevadas ni móviles sonando; la tranquilidad es parte esencial de la experiencia.
Ir a Okaeri es también comprometerse con su esencia: respetar la atmósfera que sus creadores han cultivado con mimo y, sobre todo, permitirse disfrutar. Porque aquí, comer es también una forma de cuidarse
Sandra R
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02 Mayo 2025
10,0