Odisea en Logroño

Un bar especializado en conservas, laterío, gilldas y vermuts, que nunca defrauda a la hora de tomar el aperitivo. A destacar la gilda de cecina y la tapa "odisea", que lleva mejillones, patatas y una salsa casera muy buena. La camarera es muy agradable, y luego hay un señor de aspecto rockabilly con tupé que suele estar muy a menudo por el bar y que imagino que será el dueño. Dentro del bar hay un salón enorme con cuadros, adornos y mesas donde imagino que harán algunos eventos. El bar tiene un rollito cultureta interesante, lo que lo hace más atractivo.

Un bar especializado en conservas, laterío, gilldas y vermuts, que nunca defrauda a la hora de tomar el aperitivo. A destacar la gilda de cecina y la tapa "odisea", que lleva mejillones, patatas y una salsa casera muy buena. La camarera es muy agradable, y luego hay un señor de aspecto rockabilly con tupé que suele estar muy a menudo por el bar y que imagino que será el dueño. Dentro del bar hay un salón enorme con cuadros, adornos y mesas donde imagino que harán algunos eventos. El bar tiene un rollito cultureta interesante, lo que lo hace más atractivo.

Las mejores conservas en lata de La Rioja: sardinas, berberechos, mejillones, atún, navajas… sus gildas espectaculares y la mejor caña que me he tomado por el norte de España… por no hablar de su vermut Reserva especial…!!!! buena música y camareros súper atentos. Volveré mil veces.

Música, ambiente y situación perfecta, pero se echan de menos cervezas españolas. La 1870 es demasiado alcohólica y las Ipas e internacionales no son para cualquiera

Es un local muy original. Tiene tapas sencillas pero muy ricas, una terraza tranquila en una calle peatonal y a la vez en zona céntrica y comercial. Se realizan eventos culturales de todo tipo, como exposiciones, presentaciones de libros y obras artísticas, talleres grupales, etc. Está decorado con muchas obras y objetos de todo tipo que también puedes comprar. Tanto la dueña como los camareros, son muy atentos y profesionales. Un local diferente para conocer y muy recomendable.

Desde fuera no te imaginas lo que hay dentro. La sala del fondo es para disfrutarla. Decoración extraña mezclando artesanía y latas de conservas. Hay que verlo. Y las gildas impresionantes.

Excelente bar, además la parte de atrás de diseño le da un toque muy fresco y artístico. Totalmente diferente a los bares de Logroño típicos