Ochenta Grados - Pozuelo en Pozuelo de Alarcón

Los camareros majísimos, el restaurante tiene ambientazo y no tardan nada en sacar los platos. Es cierto que recomendaría pedir poco a poco ya que te sacan todo casi a la vez y se llena la mesa. La comida espectacular, recomiendo mucho el dis-into de verano. El resto de platos no podría elegir favorito, son porciones pequeñas pero te sacian. Volveremos 100%.

Excelente servicio. Desde el encargado que te recibe con una sonrisa hasta las camareras que están en formación usando la (L) jajajaja muy mono. Todo un acierto. Sala y terrazas muy cómodas! De platos a destacar la hamburguesa cantonesa y el sándwich de costilla y miel. Tienen muchos cócteles pero el que más me gustó fue el de pomelo 🤤 Solo algo un tanto desagradable, queríamos dejar propina y no pudimos porque no llevamos metálico y les tienen prohibido poner propina en tarjeta!!! Me parece fatal y cutre de parte de la empresa porque estos chicos se lo curran mucho.

Muy ricos los platos que probé. El servicio regular porque traen los platos con bastante desorden aunque rápido. El postre se hizo esperar bastante, lo tuvimos que reclamar dos veces.

100% recomendable, los camareros súper simpáticos, sacaban la comida bastante rápido, no había mucho tiempo de espera, estaban pendientes de que hubieras terminado y traerte el postre o simplemente para preguntarte que tal estaba todo, sin duda volveremos! Trabajáis genial!!

Un restaurante diferente. Estuvimos comiendo hace un tiempo y consideramos que es un sitio que hay que probarlo al menos 1 vez. La comida nos llamó mucho la atención, ya que son platos diferentes a lo que solemos estar acostumbrados y parecen que requieren de una mayor elaboración. Por el precio que pagas me parece que la calidad de los productos es alta, aunque son platos de pequeño tamaño. El servicio fue lo que nos defraudó en nuestra experiencia. Tardaron mucho en tomarnos la comanda, en servirnos la bebida y en traer los primeros platos. Eso sí, una vez te traen los primeros te amontonan todos los demás de golpe en la mesa. Nos dió la impresión de que no saben gestionar los tiempos entre plato y platos, y que no saben coordinarse de una manera eficiente unos empleados con otros. También tardaron bastante rato en traernos la cuenta para pagar una vez se la solicitamos a uno de los camareros. Como llamativo del servicio, me gustaría destacar el desglose de la cuenta en el que te descuentan unos pocos centímos de una manera muy creativa. El ambiente está muy bien, las mesas son grandes y espaciosas, y las sillas muy cómodas. La decoración creemos que es muy acorde al tipo de platos que se sirven en el local. Recomendamos probar está experiencia.

Comida original y rica. La calidad del servicio es lo que falla. Aún así merece la pena probarlo!

Curiosa manera de probar diferentes sabores elaborados y algo diferentes. Tienes unos platos tanto fríos como calientes, rondan los 6-8€, no son muy grandes pero ideal para ir varios y probar un poquito de cada. Están muy elaborados y con un sabor diferente y rico. El lugar está muy bien y el personal es muy agradable y atento

No puedo decir nada más que INCREÍBLE. Los platitos pueden parecer que no llenan pero estarás equivocado, compartimos 2 personas 3 platitos más pan y salimos rodando!! Adjunto foto de ticket, volveremos segurisimo!!!

Hemos ido con amigos, solos en pareja y con todos nuestros niños y siempre genial. Nuestro prefe!! Nunca defrauda y su menú del día está genial, tanto para niños como mayores. Reco: huevo trufado, falso risotto y de postre el blanco limón!! Deseando volver!! Y Fran (de Pozuelo), el mejor encargado de 80 Grados.

Restaurante que sorprende a bien, no es lo típico siendo una franquicia. Hemos estado en el de Pozuelo por segunda vez, y la experiencia ha sido mas que buena, una atención excepcional por parte de los camareros y buena calidad de producto. Las croquetas son obligatorias de pedir, el Sándwich tostado de costilla y por supuesto el falso risotto. Y es de los pocos sitios que incluye ¡una carta para embarazadas!, justo coincidió que íbamos con una pareja que estaba embarazada, y pudo comer de todo. En resumen, buen sitio para una comida o cena informal.