O Sendeiro en Santiago de Compostela

De paso por Santiago de Compostela, elegimos este establecimiento. Lo recomendamos encarecidamente. El lugar es magnífico; la casa de piedra donde se ubica el restaurante es una antigua curtiduría. La cocina es deliciosa. Los grandes clásicos de la gastronomía se reinventan con maestría. Ya sean las gambas, los mejillones tigre o los berberechos, son un auténtico placer. Mención especial merece el cerdo, cuya preparación, marinado y cocción duran dos días. Excelente relación calidad-precio. El personal es amable y eficiente; muchas gracias y enhorabuena a todo el equipo por esta maravillosa experiencia. Les recomiendo descubrir O Sendeiro.

Todo delicioso en general.Recomiendo la presa con queso , los berberechos exquisitos, las croquetas de castañas y chorizo y el tiramisú. Los mejillones tigre normales y el resto de postres normales para mi, nada que decir. En general todo muy rico.

Una gran elección para comer o cenar en Santiago! Probamos la opción de menú degustación y no nos ha defraudado. Incluía 5 platos salados y 2 postres. Todos los platos estaban espectaculares y con un gran sabor. Me quedo con la vieira y la pluma de cerdo, este último tenía una crema de queso San Simón y un crujiente de oreja que acompañaba a la perfección. En cuanto al postre, la milhoja fue el favorito y tenía un toque cítrico muy equilibrado. El ambiente del local es tranquilo y el personal muy amable en la atención. Repetiría sin duda.

Cocina tradicional con toques modernos en un lugar con encanto. Buena bodega, buen ambiente y servicio perfecto.

La comida riquísima y un trato exquisito

Fuimos a probar el menú degustación y nos encantó. Estaba todo riquísimo. Decir que el pan sin gluten una maravilla.

Los platos que testamos, excelentes y con la posibilidad de pedir media ración; un servicio atento y muy correcto.

Un lugar de 10!! La comida buenísima, la atención inmejorable y el lugar super acogedor!!

Ha pasado un tiempo pero ayer volvimos a O Sendeiro para comer el domingo. Ellos han estado en el negocio durante 10 años y yo he estado yendo allí desde el principio. Al principio pusieron el listón alto proporcionando excelente comida y servicio en un hermoso entorno. 10 años después no decepcionaron. O Sendeiro no tiene nada de confuso ni de snob – utilizan los mejores ingredientes y preparan excelentes platos – a menudo excepcionales. Ayer fue un ejemplo: Compartimos 3 entrantes: Primero fue un plato de langosta - trozos de escalfado Langosta servida en una salsa de cítricos con suficiente crujiente para variar la textura. Un dilema siempre es si el sabor de un ingrediente como langosta debe disfrazarse con una salsa de sabor completo. No siempre - pero este plato era excepcional. Memorable. Lo mismo puede decirse de las almejas que siguieron: el sabor de las almejas se perdió en una salsa decadente profunda y cremosa. ¡Podría haber comido un litro! Lo siguiente fue un risotto de verduras - siempre tengo esto y ayer, una vez más remarqué que era como una explosión de sabores frescos en el paladar. Todo acompañado del mejor pan disponible en Santiago. Luego compartimos un filete de entrecote con tiras finas de papa fritas con la piel puesta. Sobresaliente ternera gallega cocinada tal como lo habíamos pedido. Normalmente no como postre, pero pedí una cuchara para probar un poco del Millefeuille con crema de limón, merengue tostado y frambuesas liofilizadas pedidas por mi amigo. Un pequeño sabor y de inmediato pedí otro solo para mí! Este restaurante tiene una extensa carta de vinos, pero no es necesario pagar una fortuna por excelentes vinos: ayer tuvimos un Godello blanco y un tinto Ribera del Duero, ambos nuevos en la carta de vinos, que fueron recomendaciones tremendas. Una última cosa que distingue a O Sendeiro de muchos otros restaurantes, incluido el embrague de Santiago de establecimientos con estrellas Michelin: los platos se calentaron. En España esto es muy inusual y es una medida de su cuidado y atención. ¡Otros 10 años por favor!

Alejado del centro de Santiago te encuentras este restaurante como un remanso de paz y una entrada que sorprende. Nada mas entrar te encuentras una terraza con una parra y elementos de una herreria. El servicio muy correcto, simpático, atento y rápido y la comida excelente. Cada plato tenia un toque diferencial, el laminado de pulpo, las croquetas de queso super blanditas, el queso a la plancha con el toque de cítricos ideal y el craco de vaca gallega con el punto perfecto ideal si te gusta la carne. Sin duda repetiremos cuando volvamos a Santiago