Nuevo Casino Mundaka en Mundaka

Le doy 5 estrellas para animar al personal de este restaurante, que parece estar atravesando dificultades económicas que claramente amenazan su supervivencia. Es evidente que los camareros se esfuerzan al máximo, pero están desbordados, y también es evidente que es imprescindible seguir comiendo allí. Me explico… Las raciones parecen racionadas, hasta el punto de que pedir más patatas fritas es imposible porque se les han acabado para el lunes a mediodía, día habitual de reparto para muchos restaurantes. Por lo tanto, la relación calidad-precio es muy desequilibrada, dando la impresión de que el restaurante está intentando desesperadamente salvar sus márgenes de beneficio. ¡Y la comida está bastante buena! En cuanto al servicio, para empezar, no nos ofrecieron ninguna bebida. A pesar de que retiraron las copas de vino de la mesa… ¡Una pena para un restaurante, ya que las bebidas son la forma más fácil de inflar la cuenta! Había un ir y venir innecesario de los camareros en el comedor; parecían estar agobiados por 30 comensales cuando el local podía albergar fácilmente el doble, o incluso más. Mi novio y yo esperamos 20 minutos la cuenta, a pesar de que el camarero pasó por nuestra mesa más de 10 veces, dos de ellas con el lector de tarjetas en la mano. Y aun así, tuvimos que pedírsela después de que se diera cuenta de que habíamos terminado de comer y necesitaba retirar los platos durante diez minutos. Por si fuera poco, nos pidió que le recordáramos lo que habíamos pedido para calcular el total… 😅 Cuando llegó la cuenta, sorpresa: cada rebanada de pan costaba 1 €. Y pagamos 2 € aunque solo tocamos una de las dos. El pan es de producción industrial, por supuesto… Siendo franceses, esto nos parece absurdo. ¿Por qué no comprar el pan en la panadería del barrio? Tantas pequeñas cosas, la verdad. Pero cuando se trata de buena comida, todo está en los detalles. El restaurante tiene una vista preciosa de la bahía de Mundaka. Deberíamos aprovecharlo y redecorar el comedor ;) ¡Mucha suerte con lo demás!

Restaurante con una vista preciosa y tranquilo. Muy buenos platos de pescado y calamares. Nos recibieron muy amablemente a nosotros y a nuestro perro.

Todo estaba delicioso: jamón tierno y aromático, y sobre todo, una magnífica lubina, en su punto. Con una irresistible copa de txacoli. Propietario amable y atento.

Buenas vistas, buena comida y buen servicio. No se puede pedir más

Fuimos a cenar en familia y nos encantó. Ya lo conocía de hace años, ahora lo lleva otra familia y está de diez! El restaurante precioso, Cristian muy amable y con buenas recomendaciones. El pescado estaba delicioso, con producto de calidad y muy fresco. La carne perfecta y todo lo que pedimos. Merece la pena ir.

Súper recomendable. Buenas vistas, muy buena comida y el camarero muy amable nos recomendó platos ! Excelente gracias!

El restaurante es peculiar, parece una casa antigua. Las vistas son buenas. La comida bien pero muy poca cantidad, no se corresponde con el precio, nos parece caro. La mitad de las cosas nos las tienen.

Una lubina espectacular! Cristian un camarero muy atento, hemos cenado de lujo. 10/10 super recomendado

El pasado jueves visitamos los pueblos de la costa de Vizcaya, recalamos por casualidad en El Nuevo Casino para comer, no fue nuestra primera opción para ser sinceros por sus bajas reseñas en Google (3,8). Sin embargo, nuestra experiencia fue de 5 estrellas. Cristián, fue quien nos atendió y desde el primer momento nos dio sus recomendaciones. Para beber queríamos tomar Txacolí de la zona, aunque de primeras Cristián nos dijo que solo tenían verdejo a copas, nos hizo el favor de ponernos Txacolí, muy bueno. Pedimos la ensalada de anchoas y boquerones, buenísima, no adjunto foto porque fue verla y nos tiramos directos a por ella. Pero para comer, Cristian nos recomendó uno de los pescados del día, la ijada de bonito para 2 personas, para ser sincero, espectacular. Algo caro, pero merece la pena cada euro que cuesta. Para coronar, de postre nos tomamos un trozo de tarta de queso que nos encantó también. Recomendaría sin duda.

Muy bonitas vistas, comida de calidad. Por otro lado, ¡es la primera vez en nuestra vida que nos traen pescado sin más acompañamiento! Le informamos al dueño, quien nos explicó que supuestamente era costumbre en la zona... lo cual no es cierto, ya que en otros sitios hemos comido pescado fresco con patatas y pimientos asados como guarnición sin coste adicional... Un gesto nada amable... Uno de nosotros pidió un plato de calamares: 6 calamares y unas rodajas de patata. En resumen, estaba bueno, pero no hay que tener mucha hambre. Y, por lo tanto, los precios son altos.