Nou Ginestar en Sant Just Desvern

Excelente servicio, buenas vistas acompañado de la comida, lo recomendamos, volveremos sin duda!!!

Si buscas un lugar donde desconectar, disfrutar del momento y llenarte de buenas sensaciones, este bar es el sitio perfecto. Su terraza enorme es simplemente espectacular: un rincón mágico para ver el atardecer mientras el cielo se tiñe de colores y el ambiente se llena de calma y alegría. Las tapas son una auténtica delicia, preparadas con mimo y con ese toque casero que te hace querer probarlo todo. Cada plato sorprende, y se nota que cuidan cada detalle. Y qué decir de la atención… ¡un diez absoluto! El personal es amable, cercano y siempre dispuesto a que tu experiencia sea perfecta. Da gusto encontrar lugares donde te hacen sentir como en casa desde el primer momento. Gracias

He ido con mi pareja a comer y hemos comido super bien. Los platos del menú son generosos y se nota q está hecho con cariño y casero. La camarera es muy simpática y alegre ns ha recomendado muy bien!! Volveremos!!!

Pese a ser un local con un ambiente idoneo, acogedor, pintoresco, al que se le puede sacar mucho partido... Lamentamos comentar que nuestra experiencia no ha sido la esperada... Es cierto que el local ha abierto hace poco e Instagram ha hecho que se sature pero, un domingo de 12 a 16 no puedes pretender atender a las mesas de forma correcta con una camarera experimentada, la cual estaba al borde del colapso mental y a un tris de contestar de malas maneras al siguientd sue se le pusiera por delante (entendible de todas maneras ya que cargaba con el peso de servir y tomar nota a casi 30 mesas, llevar la lista de espera, y atenteder a todo el mundo lo mejor posible. Cierto es que contaba con dos ayudantes, que servían su primer dia y hacian todo lo que podían. Quizás otra organización (los camareros nuevos servir y recoger mesa y la camarera experimentada estar por las comandas) hubiese ayudado. Respecto a la comida, está bien, hay cosas mejores que otras. A favor las bravas, berenjenas y tortillas. Las croquetas no valen la pena. Los molletes... En nuestro caso han sido hechos sin cariño y, por ejemplo el serranito no llevaba pimiento. Pero ya no nos atrevíamos a preguntar a la camarera, que intentaba disimular una mirada fulminante bajo una sonrisa mas que forzada. Obligandonos a pedir permiso para pedirle platos. Pero bueno, la comida estaba decente. Eso si, nos ha encantado el detalle de pedir 3 postres y cafes... Nos han servido los cafes ... A los 10 min uno de los postres y 15 min después nos avisan de que no quedan mas postres .... No sé, quizás ha sido casualidad pero... Un domingo de sol en un sitio asi han de estar preparados para la gente adicta al vermut y comidas pica pica. Hemos hecho una cuenta de 120€ entre 4 personas, la adjunto, pero nos hemos sentido bastante desatendidos (entendemos la afluencia de gente) pero el habernos hecho sentir incomodos por pedir ha sido lo peor. Consideramos pero, que este comentario puede servir para que "cangi" vea que seria necesario ampliar plantilla, y mas si un influencer ha vendido tu local y con ello aumenta la afluencia de gente que recibes. No se si en algún momento repetiremos, de momento es mas un no que si

Relación calidad-precio muy buena, bocadillos muy buenos.

Lo hacéis muy bien! los canelones como plato del día ayer domingo genial! comida muy rica !!!

Buen sitio para hacer unas tapitas, terraza amplia y acogedora pero jodido aparcar. Perros bienvenidos. Experiencia agradable.

Precioso sitio, comida q no defrauda, carta muy buena y precios súper! Volveremos, gracias por el fantástico servicio y productos

Las tapas están muy bien pero el servicio es nefasto, y para acabar nos traen la cuenta con varias cosas de más, que no habíamos consumido, se lo comentamos a los camareros y sale el jefe a dudar de nuestra palabra, después de habernos gastado más de 100€, muy mal por su parte.

Genial! tapas caseras! Gente próxima y un espacio sin igual! Pedimos varias tapas para probar y nos encantó. La tortilla y las bravas es casi una obligación repetirlas de lo buenas que están.