Nimú Azotea en León

Ni Mu Azotea, en el Hotel Conde Luna de León, se ha convertido en uno de mis restaurantes favoritos. Cada visita supera la anterior, confirmando su excelencia constante. La ubicación, con vistas panorámicas de León, crea un ambiente mágico y sofisticado. El personal de sala es extraordinariamente amable y atento, haciendo que te sientas bienvenido desde el primer momento.La jefa de sala, con su profesionalismo y calidez, guía la experiencia de manera impecable. Su pasión por la gastronomía se refleja en cada recomendación. La cocina de Ni Mu Azotea es una obra de arte culinaria. Los platos, creativos y elaborados con productos de primera calidad, nunca dejan de sorprenderme. Cada bocado es una explosión de sabores, texturas y presentaciones cuidadas. Desde los entrantes hasta los postres, la experiencia gastronómica es inolvidable. El ambiente es perfecto para cualquier ocasión, desde una cena romántica hasta una comida con amigos. Ni Mu Azotea es, sin duda, un lugar que recomiendo encarecidamente a todo aquel que visite León y busque una experiencia gastronómica de alto nivel.

Fuimos a comer cuatro amigos y no nos defraudó. Probamos varios platos y todos muy buenos. La atención del personal espectacular. El restaurante muy bonito con muy buenas vistas

Sitio inmejorable. El trato no fue de lo mejor y el precio tampoco acompañó pero visto como está todo se puede considerar normal.

Vistas impresionantes. Comida original y deliciosa. El servicio perfecto. Relación calidad precio inmejorable. Fue una experiencia para recordar y repetir.

Fuimos porque estamos en la obra de al lado y de todos los sitios de León mejores vista"". La camarera excelente Belen"" y manjares de esta tierra riquísimos

Fui con mi pareja y Belén nos indicó de lo que pedir , muy amable atenta gracias

Hace unos años vine solo a tomar unas copas. Las vistas estaban bien, sí, pero tampoco me impresionaron demasiado. Esta vez, volví a comer… y la historia cambió por completo. Probamos los calamares con huevo, espectaculares. Pero lo que de verdad me dejó sin palabras fue el tartar de atún: he comido muchas en mi vida, y este está en el top, sin duda. Luego, los canelones de lechazo, que sonaban curiosos y resultaron estar riquísimos. Y el postre… el culán de ferrero. No sé quién tuvo la idea de inventarlo, pero merece un premio. Si la primera vez no me convenció del todo, esta me dejó claro que aquí se come increíble. Volveré, sin duda.

Como siempre es un sitio genial! No pudimos disfrutar de la terraza por el tiempo, pero siempre es un acierto. Totalmente recomendable.

Unas de las mejores vistas de León en los pocos 'rooftop' que hay en la ciudad. Varios espacios diferenciados tanto interiores (con mejores vistas y en la terraza) En ambos se puede tomar algo o sentarse a comer. La carta es variada y tiene cosas que son una auténtica delicia, como los nigiris, tanto los de huevo como los de gamba, aunque yo diría que los primeros son los mejores. El steak tartar está bastante bueno y en general las carnes son recomendables. Las miniburgers, por otra parte, no se diferencian de las que pueden poner en cualquier sitio de pincho y en mi opinión no merecen la pena, además las patatas que las acompañan no ayudan a mejorar. El canelón de lechazo no está mal pero tampoco tienen un sabor muy intenso Para el postre siempre optamos por la pecera, probablemente el más orginal que se puede encontrar en león, además de tener un buen tamaño y estar buenísimo. El servicio es bueno y los camareros en general bastante amables. Luces y sombras

Nuestra primera vez de cena de nochebuena. Los camareros un chico y una chica muy jóvenes y muy amables. Celia la metre simpática y profesional El sitio es muy bonito, reservamos hace un mes e igual por eso nos tocó en la azotea pq luego supimos que estaban los salones del Hotel llenos con la misma cena y de clientes externos como nosotros, así que éramos 3 o 4 mesas solo. Comida buena y abundante (entrantes, pescado, carne y postre), cafés, turrones etc Había pequeñas cosas a mejorar pero en conjunto siendo la noche que es y con lo bien que nos han tratado, merece la pena.