Min long Frankfurt cafeteria en Terrassa

29/11/2025: Hoy decidí invitar a mi madre a tomar un café en Botànic, en Parc Vallès. Ya he venido otras veces —unas seis, más o menos— y siempre salgo con la misma sensación: esto está bien hecho. Así que esta vez dije: vamos a ponerle palabras a la experiencia, que no todo va a ser reseñar solo cuando algo sale mal. Día fresco, sin caos, la terraza con buena luz y yo con la intención de tener un rato tranquilo, de esos que parecen simples pero valen oro. Pedimos dos cafés con leche sin lactosa (porque uno ya no está para jugarle carreras al estómago), y dos cinaboms, o rollitos de canela para los que lo pronuncian mejor que yo. El café estaba bien. No me hizo ver visiones ni soltar un “wow”, pero cumplió como debía. Ahora, el cinabom… ahí sí que se lucieron. Dulce, tierno, bien bañado en caramelo, con esa pinta que te obliga a sacar el móvil y hacerle su respectiva sesión de fotos antes de darle el primer mordisco. Visualmente: una trampa. Gustativamente: un acierto. El local es agradable, el sitio limpio, y la atención rápida sin necesidad de que te sonrían como si te debieran algo (cosa que se agradece más de lo que parece). 13 euros por dos cafés y dos dulces. No es barato, pero tampoco un sablazo. Lo pagas sin drama porque el momento lo vale, y ya está. ¿Volveremos? Claro que sí. Hay sitios que se te olvidan antes de salir, y hay otros que te hacen decir: “Aquí se está bien, no hace falta más.” Y Botànic, sin hacer mucho ruido, cae justo en ese grupo.

14/11/2025: siempre vamos a tomarmos algo por las tardes, la calidad ha bajado mucho, el servicio genial como siempre, muy atentos, me voy disgustada por que el ambiente a cambiado mucho, la musica italina esa te taladra la cabeza.