Mi Huarique en Gijón

Teníamos ganas de ir y ayer por fin lo hemos logrado. Una grata sorpresa. lAtencion muy buena y calidad del producto excelente Muchas gracias. Volveremos

Fuimos a cenar en pareja un ceviche clásico de corvina con ají amarillo espectacular, todos los sabores esperados y buen equilibrio entre ellos, un picante realmente sabroso sin opacar el plato y buena ración para no quedarte a medias, en resumen, teníamos ganas de un buen ceviche para cenar con unos margaritas en un sitio agradable y cumplió sobradamente

Ni se lo piensen! La comida es increíble, fresca equilibrada y repleta de sabor latino. La presentación es impecable y los platos no son baratos pero calidad- cantidad es súper justificada.

Nos gusta hacer las críticas constructivas y valorando lo positivo y no lo negativo. El sitio merece la visita y la cocina también, pero me gustaria dejar varios detalles con el fin de mejorar: - En nuestra reserva especificamos que había un celiaco. Tras asignarnos la mesa, nadie mostró interés por el tema. Pedimos bebida y comida, al tomarnos nota nos dicen que no tienen Causa y, sin gluten, se reducen las opciones. Sin asesoramiento alguno para proponer alternativas, pedimos Yuca, Mejillones y Ceviche. Volvemos a insistir en el tema de la celiaquía y traen, de la yuca, la salsa aparte, lo cual para el celiaco deja el plato en algo muy simple. Pedimos un pequeñol bol con guacamole para mejorarlo, pero creo que esto podía salir directamente de ellos viendo en lo que quedaba el plato. Comidos los tres, todos ricos, nos encontramos con que los condimentos y sabores eran prácticamente iguales. Todos bien, pero con la sensación de que si alguien nos hubiese sugerido, propuesto, orientado habría sido una noche redonda. Gracias.

La comida no está mal, hay platos muy sabrosos y elaborados, y otros que parece que los hace un adolescente con lo que le parece que puede pegar. Los cócteles lo mismo, unos muy ricos, otros deslavazados. Lo que no tiene perdón es empezar a comer sin la bebida. Pedir a las nueve y cuarto y que a las diez aún no esté el vino en la mesa, es imperdonable. Es un vino, no un cóctel complicado. Había gente, pero eso no tiene excusa. Ya íbamos por la mitad del plato cuando por fin lo trajeron. Y no parece ser por falta de personal, si no por una desorganización manifiesta. No hablo por hablar, trabajé en esto y sé por dónde van los tiros. Si corrigen esto, será grato volver. Ah, nunca en mi vida probé un ceviche con tanto maíz. Apenas encuentras pescado. No es un plato que recomiende de este lugar. El lomo saltado, sin embargo, con los ojos cerrados.

Muy recomendable este restaurante. Entramos sin pensarlo mucho en nuestra visita a Gijón.(Esta muy cerca del Museo de Ferrocarril) por probar una experiencia gastronómica. El camarero muy agradable desde que entramos por la puerta, nos explico todos los detalles de la carta y nos hizo muy buenas recomendaciones. Pedimos de primero la causa con langostinos y aguacate, un plato muy fresco con sabores ácidos, salados y un puntito picante. De segundo carne salteada con arroz, exquisito todo, carne crujiente por fuera y blandita por dentro. El postre fue la guinda del pastel, de todos los días que estuvimos en Asturias es la mejor tarta que habíamos probado, muy cremosa y deliciosa. 10/10

¡Recientemente tuve el placer de cenar en un restaurante peruano exquisito y debo compartir mi experiencia! Su ceviche, preparado con pescado fresco y cítricos vibrantes, fue simplemente espectacular. La combinación con un vino blanco ecológico "Viña dammis", de notas herbales y afrutadas, fue un maridaje perfecto. Recomiendo encarecidamente visitar este establecimiento si busca una auténtica experiencia culinaria peruana. La atención y el ambiente fueron igualmente notables. Os dejo la carta para que veáis la amplia gama de productos.

Uno de mis sitios favoritos de Gijón! Está increíble todo, desde los entrantes a los postres pasando por los cócteles. Increíble. El lomo saltada con la salsa huancaína brutal, la pie de maracuyá fresquita para terminar y los cócteles hay que tener mucho cuidado que entran solos! El único fallo que le encontré, de todas las veces que fui, que a veces el corte del pescado del ceviche es demasiado gordo y grande lo que imposibilita un poco mezclar más sabores cada vez ( pero estaba súper rico, aunque lo partiría más fino para poder mezclarlo con los demás ingredientes)

Es la segunda vez que voy y volveremos. El ambiente agradable, la comida muy rica, el personal atento. También es cierto que tardaron más de 30 minutos en servirnos el primer entrante...hubo algunos fallos de logística (pero los pasaremos por alto) porque la comida y el resto, valen la pena.

Muy rico el ceviche de corvina, servicio un poco desordenado, con una camarera que controla muchísimo y otros un poco despistados… Me gusta mucho como han aprovechado el local para la decoración y el ambiente… no me gustó que en la mesa de al lado hubiera niños peeueños llorando y pululando, pero entiendo que la culpa no era de ellos ni del local, sino de padres que llevan a cenar a niños que deberían estar durmiendo y los tienen mucho tiempo aburridos y poco atendidos