Meson Walter en Jaén

Veníamos de un viaje con mucho atasco y fuimos a comer bastante tarde (serían las 16:30 más o menos) pese a esto nos atendieron de manera excelente, ninguna mala cara pese a la hora, todo lo contrario, y un trato excelente del camarero, que incluso se paró a hablar con nosotros para recomendarnos que visitar por la ciudad y alrededores. La comida estaba bastante buena y hasta el cocinero salió para interesarse por cómo estaba la comida y si nos había gustado. Muy de agradecer gestos así.

Walter es una máquina en la cocina. Comería allí todos los días!!!

Faltan estrellas para la valoración!!! Lo visito mínimo UNA vez al año y la calidad del priues buena, pero su atención es mayor. GRACIAS POR EL SERVICIO. Recordad!! Saboread el BUEN producto.

Una gran experiencia y para repetir. Walter y el camarero que había, súper amables,ptes y siempre con una gran sonrisa y simpatía. Dejamos a la elección del chef los platos y acertó de lleno. Todo riquisimo, gran relación calidad precio. Nos invitó a una botella de cava. Sin duda volveremos.

Espectacular! Cocina de autor exquisita. Buen precio. El servicio y el dueño muy amables . Muy bien ambiente.

Si vienes de visita a Jaén y te apetece conocer un lugar muy peculiar ese es el Mesón Walter. El chef tiene una cocina única e inigualable. Con productos de Km O y típicos de Jaén pero añadiéndole su toque personal. El mesón Walter es un lugar familiar y agradable. El menú está en continuos cambios para ofrecer siempre la mejor oferta y variedad. Así nunca te cansas de probar algo nuevo. Puede adaptarse a tus necesidades. Si hay algún ingrediente que tu no puedes ingerir o no te gusta hace lo posible por cambiarlo para que esté a tu gusto. El servio es muy atento y te ayuda a elegir. El local no es grande pero muy acojedor, al comer no estás agobiado y tampoco está masificado de gente. Te recomiendo reservar porque los fines de semana suele haber mucha ocupación.

Así da gusto ir a comer… Era mi primera vez en Jaén, no tenía ni idea de donde comer… había elegido otro restaurante, pero no tenían mesa así que me animé a ir a Mesón Walter por cercanía. El local no es muy grande, pero es amplio y mono. Cuando entré estaba solo una mesa ocupada, y pensé que me había equivocado con mi elección. En lo que me había equivocado era en pensar que había hecho una mala elección. El servicio es majísimo, encantador, y te hacen sentir muy cómodo desde el principio. La carta es corta, pero ofrece opciones suficientes para que te cueste elegir. Debido a mi indecisión, se han tomado la molestia de preguntarme qué me apetecía y aconsejarme en base a ello. ¡Menudo acierto! Nunca había probado una pipirrana, y creo que a partir de hoy podría comerme una a diario (si son todas igual de buenas que aquí). Luego he tomado el canelón trufado… increíble, bien de queso y bechamel, muy sabrosos. La relación calidad-precio es espléndida. Meson Walter ha sido una experiencia muy grata para un madrileño que estaba perdido por Jaén. Si vuelvo por allí, no dudaré en repetir.

Muchas gracias Walter por tu preocupación por hacer felices a tus clientes. Los mejillones belgas espectaculares y el canelón muy bueno también. Ha sido un placer cenar allí. Seguro que volveremos en nuestra próxima visita.