Mesón Riofrío en Loja

Un sitio que será parada obligatoria en nuestros viajes a Andalucía. El trato excepcional, empezando desde la reserva, por problemas de tráfico no íbamos a llegar hasta las 14:45-15:00 y aunque no hacen reservas después de las 14:30 nos mantuvieron la nuestra, luego hasta que salimos de allí el trato fue genial, muy cercano y familiar. Como cosa muy importante para nosotros, nos dejaron ir con nuestra perra, una salchicha de tamaño pequeño, es importante poder estar dentro del local con el calor que hace en las terrazas. La comida muy buena y tomando platos de la zona, en concreto el esturión ahumado, los saquitos de esturión y la trucha, que la pedimos genovesa, todo riquísimo, como yo no me podía ir sin probar algo de carne, tomé una taja de morcilla, que estaba riquísima y tenía un tamaño más que considerable para el precio que tiene. De postre una tarta al wiski, muy rica también… sin olvidar un vino dulce de bienvenida y un licor de despedida, ambos de invitación… 60€ los dos y salimos más que satisfechos, a la vuelta paramos seguro, una parada a unas 3:30 horas de alicante y a la vuelta de Huelva o Cádiz igual, la distancia ideal. A la vuelta nos vemos

Un clásico de la zona. Buena comida, buen servicio y buen precio.

Muy buena atención. La comida también estupenda. El lugar pintoresco y agradable.

La trucha y el esturión riquísimos. Una sorpresa de restaurante y de pueblo.

Buen lugar para comer y relajarse

Sitio tranquilo y fresquito d parada obligada

Me encantó la comida. Llegamos pronto, pero aún sin tener reserva no atendieron. Volveremos y por supuesto muy recomendable.

Este restaurante es espectacular, no podemos evitar parar siempre que pasamos por Río frío, la trucha ahumada con aguacate una exquisitez, el Esturión a la Brasa le dan un punto que solo he probado allí, los cangrejos de río , las ancas de rana o cualquiera de sus carnes son una delicia y debo destacar la atención del personal, este meson es una visita obligada a toda persona que le guste comer bien.

Me encanta parar a comer en este mesón tras darme un paseo por el río y asomarme a las piscinas de la piscifactoría en busca de esturiones, y alguna trucha. En esta ocasión, un consomé reconstituyente con huevo y un chorreoncito de fino La Ina y una trucha genovesa con jamoncito y un cochinillo. Al cobijo de la chimenea este momento se hace todavía más agradable.

Lugar con mucho encanto, los manteles y servilletas de tela son un acierto, la comida muy buena, una sopa de picadillo excelente, las truchas muy ricas y los postres caseros son muy recomendables. El personal es atento y el servicio rápido.