Mesón Los Naranjos en Santa Cruz de la Sierra

Lugar tranquilo. La comida muy buena y en su punto. La atención, estupenda. Recomendable.

Paramos para comer y probamos las migas y moraga todo buenisimo y las natillas espectaculares. La atención ha sido de 10 amable y súper atentos. Lo recomiendo 100%.

Difícil adivinar que en un pueblecito puedas encontrar un restaurante tan acogedor donde se puedan degustar platos típicos de la zona tan bien elaborados... No es de extrañar que algunas paredes estén tapizadas de premios y menciones. El precio ajustado es la guinda del pastel.

Fenomenal, un menú estupendo y muy bueno, nada caro, pero lo mejor es que estaba todo buenísimo. Por poner una pega, el café un poco frío, pero el resto de 10 Recomendable 100%

Comida casera , buena cantidad, buenísima calidad. Un muy buen servicio y una terraza muy cómoda y agradable. Íbamos con un perrito que fue bienvenido. Para repetir!

El sitio es una maravilla, pero la verdad es que nos pareció un poco lento para comer, entre plato y plato paso mucho tiempo. No se si fue casualidad o hubo algún lío en cocina. La moraga estaba buena ya que era a la brasa, pero para mi gusto una carne muy dura. La sopa y las migas ricas. El camarero muy amable

Comida excelente y buen ambiente, a pesar de que estaban llenos se han dado una buen trabajazo en que salieran todos los platos

Todo riquísimo y súper bien de precio, un mesón 100% recomendable.

Mesón Los Naranjos es uno de esos sitios a los que volvemos siempre que vamos al pueblo. Está a tan solo 15 minutos en coche desde Trujillo, y de verdad, merece muchísimo la pena moverse un poco para comer aquí. Es un restaurante de toda la vida, con comida tradicional extremeña hecha con mimo y sabor auténtico. Aquí hemos probado de todo: migas, sopa castellana, moraga, caldereta de cordero… y siempre está todo espectacular. Además, la comida es muy contundente, de esas que sales lleno y feliz. Nosotros casi siempre pedimos el menú de fin de semana, que por 20 € incluye bebida y postre. Una auténtica joya para lo que ofrecen. El sitio también es precioso: tiene una terraza enorme con jardín, ideal para comer tranquilo y disfrutar del ambiente. Y lo mejor de todo es el personal. Son de toda la vida, amables, atentos y súper cercanos; se nota que les importa que te sientas como en casa y lo consiguen siempre. En resumen, para nosotros es un 100/10. Si pasas por la zona, no te lo puedes perder. Comer aquí es disfrutar, desconectar y sentirse cuidado.

Estuvimos en Diciembre y hemos repetido en Septiembre pq pasábamos de viaje. Que comida más rica y asequible económicamente. El trato super agradable. Para nosotros es un bar al que ir cuando pasamos por la zona.