Meson La Mezquita en Benalmádena

Sitio acogedor con buena comida y buen servicio,las patatas bravas las mejores que he comido,el calamar frito exquisito nada de las anillas de mala calidad que te ponen en muchos sitios,en fin que repetiré cecuando pueda🫶🫶🫶

Uno de los mejores restaurantes locales que hemos visitado. Comida excelente y un servicio fantástico.

Muy buen sitio para comer,buen trato y calidad.

Muy buen servicio, muy rica comida: las papas bravas y las berenjenas con miel de caña son mis preferidas, pero todo es muy rico. La atención excelente. Siempre que venimos a Benalmadena volvemos y siempre nos encanta! Lo recomiendo.

Mi hermano gemelo y yo estábamos explorando alrededor del maravilloso Arroyo De La Miel distrito de Benalmádena cuando decidimos pasar por el Mesón La Mezquita y lo que una gran visita de 1 calle que tuvimos. Un restaurante de gran aspecto, el interior es magnífico, de estilo español muy tradicional, gran decoración y mobiliario y un montón de opciones de asientos repartidos por todo este restaurante tanto dentro como fuera. Elegimos sentarnos afuera ya que las temperaturas estaban alcanzando los 30 grados centígrados, comenzamos con cervezas de la Cervecería Cruzcampo, estas se servían en excelentes condiciones siendo heladas frías y espumosas y para nuestra comida optamos por tener un pescado frito con papas fritas y guarniciones , el servicio era rápido y atento y la comida era fuera de este mundo, el pescado era tan bueno como se pone, tan sabroso, las papas fritas y guarniciones deliciosas y bañadas con nuestras cervezas hechas para una gran experiencia gastronómica en un maravilloso restaurante. Mesón La Mezquita es fácil de localizar a lo largo de la calle Extremadura y vale la pena buscar si estás en el barrio Arroyo De La Miel de Benalmádena.

Para dos menu del dia $34 Muy rico y abundante con postre y bebida menu de dos pasos entrada y plato principal

Sorpresa inesperada en el corazón del Arroyo de la Miel. El Mesón La Mezquita en Benalmádena es, sin duda, una parada obligatoria desde hoy. Aquí, cada plato está preparado con mimo y tradición, transportándote al corazón de la cocina de siempre. Los platos de cuchara son el gran protagonista de su carta, con una calidad que recuerda a las mejores recetas de antaño. Los judiones, en particular, son una auténtica delicia: cremosos, sabrosos y con ese punto de cocción perfecto que sólo se logra con paciencia y buen hacer. La ensaladilla rusa es otro imprescindible, con una textura suave y un equilibrio de sabores impecable. Hacía tiempo que no encontraba una con este sabor tan intenso. Además, el marisco y el pescado están tratados con un respeto absoluto por el producto. Las gambas cocidas, fresquísimas y en su punto justo de sal, son un auténtico manjar. Y para los amantes del pescaíto frito como yo, los boquerones fritos son una verdadera obra de arte: crujientes por fuera, jugosos por dentro y con un sabor que evoca lo mejor del Mediterráneo. Todo ello en un ambiente familiar, donde el trato cercano y amable del personal hace que la experiencia sea aún más especial. Y por si fuera poco, los precios son más que razonables, ofreciendo una relación calidad-precio difícil de superar. Top Ten absoluto. ¡Totalmente recomendable!

Cómo siempre gran servicio, riquisima comida y ambiente acogedor

Comida casera, Juan atiende de maravilla y la comida de Bernardo exquisita

Tostas y pisas muy buenas y buen servicio