Mesón La Comtienda Miñor en Oviedo

Las mejores fabes en todas sus variedades,muy buen arroz también y unos postres....es un valor seguro sabes que no te va a fallar,eso sí,hay que ir con fame

la hamburguesa premium es fácilmente la mejor hamburguesa que he probado en mi vida local, comida y servicio de 10, repetiría

Un sitio muy acogedor buena comida y buena atención del personal

Buena experiencia ayer Lunes en terraza con camareros majos y rápidos. A pesar de estar lleno nos atendieron muy bien. Lo único recomendable sería poner un poco más de luz.

Buen menú, vinos y atención.Muy recomendables las zamburiñas y el cachopo de jalapeños. De postre tiramisú, que está muy rico.

Fuimos a ver el partido del Sporting-Oviedo y me encantó el ambiente. Precios normales y tapa con cada consumicion

Muy caro, la elaboración y calidad de la comida es mejorable.

Nada que ver con la de Manuel Pedregal, es INSUFRIBLE tomar algo con la música a un volumen innecesario y con unos altavoces en el techo malos hasta decir basta, sin graves, sin medios, y con unos agudos estridentes y si sumamos que la acústica del local es absolutamente deficiente ya acabamos de rematar.

Estábamos viendo el partido del Oviedo, y a la mitad cambió la chica que nos estaba atendiendo, muy maja, y vino otro chico joven que nos atendió mal, un impresentable (con pelo de punta y tatuajes). Chulo, conteston y mal encarado.

Hemos venido a ver el partido del Oviedo con el Depor el sábado 17.08 hacia las 19 h. Al principio estaba una chica muy maja, atenta y resolutiva, y todo ello a pesar de que el bar estaba concurrido, y estaba ella sola para atenderlo todo. Hacia las 20.30, cuando el partido ya estaba acabando, entró un chico para atender la terraza. A partir de este momento el servicio se ve resentido, ya que la mayor parte del tiempo parecía que actuaba como el portero del establecimiento, apenas atendiendo a las mesas, y viendo el partido entre medias. Mientras que el bar estaba lleno, el parecía inmóvil frente a la puerta sin hacer mucho. Ademas, todas las veces que nos atendió lo hizo de malas maneras, borde y déspota. A esto, hay que añadir que vino a reprocharnos que estábamos tirando las cáscaras de las pipas al suelo, cuando estábamos haciendo uso de los cubos que proporcionan. Pese a decirle que alguna se nos había caído, siguió insistiendo en que no teníamos consideración con el personal. El local en general no merece mala nota, porque está bien, pero está claro que hay gente que no está preparada para atender al público.