Merendero Casa Carlos en Santa Cruz de Tenerife

Hemos comido de lujo. Recomiendo el queso asado con mojos y almogrote, el champiñón relleno de almogrote y el bichillo. Estaba todo buenísimo. El lugar tiene unas vistas privilegiadas para relajarse a tomar algo o comer. Parada obligada si estás por la zona.

Un lugar peculiar. Preciosas vistas desde la terraza, a menos que estén cubiertas de nubes. Es un lugar pequeño, pero la comida está riquísima y a un precio muy razonable, considerando la ubicación. ¡Lo recomiendo para descansar de explorar la zona!

Creo en lugares como este y merecen apoyo. Un ambiente familiar, una carta reducida, todo fresco y auténtico, y los precios son increíbles. Si buscas comida local casera, planifica una visita para probarlo: ¡un 10/10 excepcional! ¡Papas fritas caseras, raciones generosas y un sazón delicioso! ¡Si vuelvo por la zona, sin duda volveré!

Comida deliciosa, muy buen servicio! ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

Esta posada se encuentra entre bosques y valles con vistas al océano, junto a las curvas cerradas del Parque Rural de Anagua. El ambiente es extraordinariamente encantador en su auténtica sencillez, como si nos remontara a los años 50. Una joven pareja, él el chef, les recibe con un servicio sincero y amable en un guachinche que nos pareció impresionante, con su interior sencillo, austero y desgastado. Los platos canarios de calidad son deliciosos, con un toque gourmet. Los champiñones rellenos de queso local son fantásticos, al igual que la carne de cabrito, el pollo asado con salsas y las papas arrugadas, todas deliciosas. El exterior también es precioso, con algunas mesas con vistas al noroeste de la isla, donde se puede vislumbrar el océano a través de las copas de los árboles y algunos picos rocosos escarpados. Lo recomiendo encarecidamente a quienes buscan un ambiente sencillo, genuino y auténtico, lejos de los lugares turísticos más ostentosos. Los precios son más que razonables, con una excelente relación calidad-precio.

Pedimos una ensalada de boniato con camarones y algo más. Si hubiera sabido cómo sería, probablemente habría pedido otra cosa. 😅 Pero me alegro de que fuera tan original y deliciosa.

Un lugar verdaderamente auténtico, local y familiar. La comida es riquísima, elaborada con ingredientes locales de calidad, algo que se notaba especialmente en las salsas. Lo probamos todo y lo recomiendo totalmente; la vista es realmente hermosa.

Comida casera muy rica y abundante, los champiñones con almogrote riquísimos, la garbanzo también y el bichillo muy bueno también. La camarera muy amable.

Para comer está bien y el precio no está mal pero no te informan, de que los precios marcados no son los que después te van a cobrar. Y pedimos dos veces la cuenta y como no venían tuvimos que ir a la barra. De ahí la puntuación.

Una grata sorpresa. Lugar Sencillo y agradable, Buen precio y buena comida. Equilibrio perfecto entre tradicional y modernidad. Servicio muy atento