Masta taberna en Zarautz

Súper recomendable. La carta es pequeñita, pero cada plato está pensado al detalle y realmente merece la pena. Me alegró que volvieran a poner su croqueta de jamón: sigue siendo maravillosa. Las albóndigas son un auténtico espectáculo; sin duda, un plato imprescindible. El repápalo destaca por su sabor a crustáceo y su textura. Y el concepto del cogollo a la brasa con antxoa y emulsión de morro de cerdo me pareció sencillo, sabroso y muy bien ejecutado. Un sitio al que siempre apetece volver. Gracias equipo.

Riquísimos platos, aunque los tiempos fueron dilatados (aun así le pongo 5 porque teniamos una mesa muy grande al lado). El repapalo de txangurro fue memorable. El plato de calabaza y paté también me lo pareció. Podrían mejorar los vinos por copa, no estaban al nivel de la cocina ni de la súper carta de vinos por botella que tienen. La sala es austera, no hay luz natural, y en las comidas largas no resulta muy agradable. La comida compensa.

Producto de mucha calidad con trabajadas elaboraciones con toque tradicional

Nos encantó, probamos toda la carta ya que habían 8/9 platos y nos aconsejó 2 platos por persona. Servicio muy bueno, siempre preguntándonos que tal y en cada plato nos cambian los platos individuales. La comida elaborada, exquisita y sobretodo muy natural.

¡BRUTAL! Todas las recomendaciones desde la comida al vino un acierto total. Se nota el trabajo y las ganas que hay detrás. Unos cracks

Cenamos ahi, los sabores son espectaculares, si el bolsillo lo permite es una gran opcion a descubrir. Los mozos son espectaculares y la comida mas aun!

Una cocina excelente! Todo super rico con productos muy frescos! Además, un trato por parte de los camareros excepcional. Sin lugar a dudas, volveremos🙌

Probablemente la mejor experiencia gastronómica que he tenido, incluso por encima de varios restaurantes con estrella Michelin o recomendación en la guía. Productos de una calidad increíble, sabores que encajan a la perfección y un servicio que pone la guinda al pastel. Sin duda, es parada obligatoria en Zarautz

Comida increíble, no dudes en ir. Un equipo maravilloso que hace que el lugar sea especial, trabajando juntos y disfrutando de lo que hacen. Un ambiente especial con un menú que cambia diariamente con platos sublimes y una fantástica y variada carta de vinos explicada por el sumiller (nos vendió un vino natural muy buscado) y Javier, el hombre principal. Un par de noches geniales, gracias.

Un sitio que cuando lo descubres solo tienes ganas de volver a probar los platos que sacan de temporada. Es un sitio que tiene muchísimo encanto, con la esencia de una taberna de toda la vida, familiar. Los platos todos sin un pero, espectaculares, sin dejar de dar valor al producto. Y el ambiente ideal, por no hablar de la amabilidad de las personas que trabajan en el. Se va a convertir en un habitual nuestro.