Mas Oller en Caldes de Malavella

Espectacular terraza para disfrutar en las noches de verano o al mediodía en un día de sol. Comimos dentro del local en una sala muy acogedora y la situación era genial. Con vistas a la terraza y el sol calentándonos mientras comíamos, es de agradecer. En relación al servicio, la dueña fue atenta y estuvo por nosotros si le queríamos preguntar algo acerca del menú. A nuestro parecer, fue un menú muy básico y la calidad es justita. Tanto al mediodía como por la noche ofrecen el mismo menú: ensalada para compartir y el primero, segundo y postre a elegir. De primero puedes elegir entre embutidos y calamares y de segundo puedes escoger carne a la brasa o guiso (en esta ocasión había callos o rustido). Referente a los embutidos, no nos pareció nada del otro mundo y los calamares eran congelados, muy básicos, y estaban bastante aceitosos. Para los segundos, la brasa estaba bien y el rustido constaba de pollo y conejo. El sabor era correcto pero también muy aceitoso. Para finalizar, los postres también eran todos comprados a proveedores o envasados, no había nada casero o algún postre que destacara por ser de pastelería. Realmente el precio del menú no es caro para ser fin de semana, pero sí que lo considero excesivo por la calidad de la comida.

El menjar molt bo, les amanides i la carn son excelents. Els guisats de la Pilar son fets con els de la iaia

La carne a la brasa espectacular los macarrones a mí personalmente no me gustaron pero la carne hacía años que no la encontraba tan buena

Ambiente muy familiar y acogedor. Comida casera 100% - El fin de semana ofrecen un menú cerrado con ensalada + embutidos + pan tostado de primero y carne a la brasa o alguna otra opción casera de segundo + postre casero. Todo buenísimo y trato súper amable. Sin duda recomendable 100%

Este restaurante es excelente, ofrece un menú sencillo pero con porciones muy generosas, todo a un precio más que razonable. Además, cuenta con una terraza muy agradable que ofrece una hermosa vista. Lo recomiendo encarecidamente para aquellos que deseen descubrir la deliciosa charcutería catalana.

Restaurante catalan estilo casero en plena naturaleza, lugar fantástico, tranquilo y bastante grande, la comida buenísima, pedí cordero y hacia muchísimo tiempo que no comía un cordero tan bueno. La dueña nos atendió de una forma muy amable y cercana. Y como último, muy económico. Si estáis por la zona os lo recomiendo 100%

Vinimos por las recomendaciones, y la experiencia no fue tan buena. La comida es correcta, y comimos por 25€ (primero, segundo, postre, café). Comer se come bien. Lo que dejó que desear fue el servicio con comentarios inadecuados tipo 'solo tengo dos manos' o bien 'tenéis pan en la otra punta de la mesa'. Era nuestra primera vez y aun siendo una comida de grupo, esperábamos un trato más afectivo. Yo volvería, pero no en grupo.