Mas La Rovira en Espinelves

Sé come muy bien. Hemos ido con la familia y la verdad es que hemos salido encantados. El servicio ha sido genial y la comida estaba buenísima

Un pequeño restaurante a las afueras espinelves. Un espacio muy bien aprovechado, un ambiente rústico y detalles moderno. Un servicio excelente y muy profesional. Tranquilo y muy acogedor

La comida buenísima, la pena es lo que tardaba entre platos. Pero si vas con tiempo es un lugar que te recomiendo. Vas a comer de lujo. Además hay un menú diario con excelentes platos. No es barato, pero la calidad se paga.

Si te gusta la naturaleza buen ambiente y acompañado de una buena comida es el lugar ideal.

Menú 26 € servicio súper agradable , masía con mucho encanto , comida muy buena y bien elaborada. Hemos estado muy a gusto,

Una pequeña joya en medio del Montseny Tuvimos la suerte de descubrir este encantador restaurante durante nuestro viaje por el Montseny. Lo elegimos para cenar porque buscábamos un lugar auténtico y acogedor, y no podríamos haber tomado mejor decisión. El trato fue simplemente inmejorable. Robert, el anfitrión, es todo un espectáculo de amabilidad y hospitalidad. No solo nos atendió con dedicación, sino que también nos ofreció una pequeña inmersión en la cultura local, compartiendo detalles únicos del lugar, como la famosa Fira de l'Avet que se celebra en diciembre y atrae a unos 100.000 visitantes. La comida fue una delicia, llena de autenticidad y atención al detalle. Optamos por el menú de 24€ y cada plato nos sorprendió gratamente: - Entrantes: Una ensalada de cabra con garrapiñada, que adaptaron especialmente para mí debido a mi intolerancia a la lactosa (¡un detalle que agradecí muchísimo!), y el queso brie rebozado acompañado de una exquisita mermelada casera. - Platos principales: Probamos el filete de ternera y el rape, ambos cocinados a la perfección y con sabores que reflejaban la calidad de los ingredientes. - Postres: El mil hojas de frutos rojos para completar la cena, mientras que yo disfruté de un poleo menta en lugar de postre. La experiencia nos encantó tanto que, al pernoctar cerca, decidimos volver a la mañana siguiente para desayunar en este pequeño rincón mágico. En resumen, este restaurante es mucho más que un lugar para comer: es una experiencia auténtica, llena de calidez y sabor en medio de un entorno espectacular. Si estás en el Montseny, no te lo puedes perder. ¡Volveremos sin duda!

Lugar muy bonito, acogedor, servicio perfecta, y el producto de primera, repetiremos

Muy buena comida y buen trato. Volveremos

Hacía mucho tiempo que fui a una cena de empresa, ahora lo llevan una pareja muy amable La comida muy buena......

Magnifica experiencia, con el toque personal de quien trabaja por ahí. Casi inmejorable.