Marta en Zamora

Cena con amigos con menús amplios a muy buen precio. Rapidez en el servicio.

Mucha variedad en menú de fin de semana, precio contenido, cantidad generosa. Día con mucho jaleo hizo que todo estuviera demasiado forzado, incluso el punto de los platos. Hay que volver en otra ocasión y probar carta, seguro que se superan ampliamente.

En nuestra visita a Zamora a principios de verano, nos decidimos por el restaurante Marta después de buscar por Google un Restaurante donde se pudiera probar la comida Zamorana, todo un acierto. El restaurante está cerca de la plaza de toros y de la parada de autobuses. A pesar de no tener reserva y estar todo reservado, nos prepararon una mesa. La comida, es buena, en cantidad, con muy buenos productos y muy bien preparados. Nos decantamos por platos típicos de la región, y fue todo un acierto, ya que nos gustó mucho. El servicio muy atento y con un trato muy muy familiar. La carta del menú disponía de muchos platos típicos, y es dificil escoger cual vas a comer, te tienes que decidir por alguno, pero realmente creo que lo que escogimos estaba genial :). Si estáis por Zamora de vista, ir al restaurante Marta, es un acierto total ... muy recomendable.

La terraza está muy bien para tomarse algo con unas raciones. Buen ambiente. Los bocadillos espectaculares.

Un restaurante de 10. Buena comida, buenas tapas, buenísima atención. Super recomendable.

Ayer tuve la ocasión de comer en este restaurante al que califico con 5 estrellas pero le pongo una nota de 10. La atención del personal (camareras) excepcional, muy amables. El servicio rápido y el menú a un precio razonable con platos variados. Es un restaurante amplio donde puedes comer en la mesa o tomarte algo con alguna tapa. Recomiendo reservar mesa. En cuanto tenga ocasión de visitar Zamora repetiré sin duda.

Muchos años comiendo aquí, un servicio rápido y bueno

Las raciones de comida eran generosas, el servicio del personal excelente y los precios razonables.

Un pequeño restaurante encantador con un fabuloso menú del día en la planta superior, o si lo prefieres, puedes tomar algo y tapas en el bar de la planta baja. El restaurante estaba lleno cuando llegamos, pero nos sentaron enseguida y el servicio fue muy atento, a pesar de que los camareros no paraban de moverse.

El local a tope de gente. La comida casera y muy rica y la atención del personal siempre correcto.