MANUELA JIMENA BAR en Las Palmas de Gran Canaria

Todo bien hasta que llegó el arroz pasado

Sitio que te transporta a Madrid pero con toque canario. Carta amplia y gourmet. El picoteo que pedimos estaba súper. El vino rico. Personal amable y sitio agradable. Quedaron muchas comidas por probar, es para ir descubriendo la carta.

Comida muy buena con productos de calidad (especial mención a las zamburiñas xl que estaban espectaculares). Personal muy amable, y lugar super acogedor.

Bingo!!!! A veces hay que agradecer a unos hosteleros ineptos, que te digan NO, "solo para comer", para seguir caminando por la calle y encontrar el lugar adecuado, muchas gracias!. Nos sorprendió el agradable trato del staff de MANUELA JIMENA, que sin tener mesas libres, nos busco un sitio donde poder picar algo, muy buenos Vermuts, comida de calidad y tapas de primera , todo muy Rico, la tortilla de patatas, espectacular. El ambiente está muy cuidado, estilo Vintage y servicio "old school", aderezado con música del estilo años 20, Un gusto para el paladar y los sentidos, y un placer al alcance de todos. Precios acordes a la calidad del local y de los productos de la carta. Si tienes posibilidad y ocasión, pásate a conocerlos, yo cuando pueda, volveré. Gracias al equipo, por el servicio prestado, seguir así.

El primer día comimos torreznos, cazón y puntillas. Disfrutamos a tope. La comida exquisita y la atención profesional y muy amable. Muy recomendable. Visto lo visto repetimos a los tres dias y esta vez en servicio de barra porque no queríamos dejar escapar los bocatas de calamares y la tortilla, servidos además con la especial cortesía de Abel. Estaba todo de lágrima. Id a las 13h. y probad en barra. Vais a repetir 100%

Muy buena taberna con cocina abierta todo el día. Las tortillas espectaculares, sobre todo la de sobrasada

Comida muy sabrosa en un ambiente elegante, excelente servicio, recomendación absoluta.

Lugar muy bonito y buena atención. Eso sí, bastante salao!

El local, bonito. La atención del personal, magnífica. La comida, riquísima. Todo tenía un toque especial. Los canelones, las papas bravas y los buñuelos de bacalao, espectaculares. Los postres, deliciosos. Carta amplísima de bebidas. Es caro pero salimos satisfechos. Repetiremos.

Valoramos por encima de todo la atención de Jessica, encargada de sala, que nos ofreció una mesa el día 5 de enero con todos los restaurantes a rebosar y que nos vio en la calle a la entrada de otro local en el que nos informaban del “lleno completamente”. Amabilidad por encima de todo!