Mangana en Cuenca

Buena comida y mejor servicio por parte de los profesionales.

Atención excelente y relación calidad precio estupenda. Además, ubicación inmejorable.

Es una pena, pero ha decaído muchísimo este bar desde que lo reformaron (según tengo entendido, cambió de dueños). Yo antes iba bastante, pero ya voy a dejar de ir. Las raciones son muy pequeñas en general, pero lo que más dejó que desear y me hizo escribir esta reseña fueron los zarajos. Pedimos dos y entre los dos que nos pusieron no alcanzaban el tamaño de uno normal. De hecho los sarmientos (palos) eran del grosor de un palillo; y la carne proporcional a los mismos; y ¡a 6,50€ la unidad! Una autentica pena. Lástima no haberles hecho una foto. El ajo arriero tampoco me dio buena impresión; estaba muy líquido y de sabor no estaba bien. Las croquetas, en cambio, sí me estuvieron buenas. Tengo la sensación de que ha pasado de ser un bar clásico de comida conquense de toda la vida a ser un bar cuyo objetivo es sacar el dinero y aprovecharse de los turistas. Estas cosas hacen que no se deje bien a Cuenca, al menos a nivel gastronómico. Una autentica pena.

LA HAMBURGESA UN ROBO! Fuimos a cenar 4 personas, mi pareja se pidió una hamburguesa que cuesta 13 euros, la carne seca, con 1 rodaja de bacon, lechuga tomate y queso. Nos pedimos también el entrecot, estaba bien de calidad.

Servicio muy bueno , menú del día totalmente recomendable , en especial las carnes a la brasa , comedor muy bien decorado y sobre todo fresquito con el aire acondicionado , sin duda para repetir y recomendar

Recomiendo muchísimo el ajo arriero y la sepia a la plancha, así como el secreto 😊 Uno de los camareros nos recomendó también probar el zarajo y estaba muy bueno!! El trato ha sido excelente tanto en terraza como en comedor, repetiremos cuando volvamos a visitar Cuenca! ❤️

Fuimos dos veces al Menú del Día, con una buena selección. Conseguimos mesa dentro y la camarera fue fantástica. El primer día pedí gazpacho y, al volver a pedirlo, me recomendó otro plato y estaba delicioso. Nuestros nietos pequeños encontraron algo que les gustó. Lo recomiendo y volveremos.

Fue una experiencia genial, la comida muy buena el ambiente perfecto y el trato inmejorable, una velada muy especial, vuelvo a Cuenca me pasaré sin dudarlo.

En el comedor separado con puerta a la calle, muy acogedor, comimos una parrilla de verduras y una ración de rabo de cerdo frito, que estaba espectacular. Un vino de garnacha Mucho Más, riquísimo, que nos recomendaron en la barra el día anterior, una camarera y un camarero encantadores.

Menú del día por 14,95 muy bueno y servicio muy rápido y amable. El personal muy atento y la ubicación es perfecta en la plaza mayor