Los Manueles | Reyes Católicos en Granada

Totalmente satisfecho con el precio. ¡No te acerques a la catedral, acércate a la entrada del barrio del Albaicín!

bastante cola para comer, pero va muy rápido en 10minutos estábamos ya sentados, atención al cliente buenísima gente muy amable y que sabe lo que hace, comida buena buena calidad buen sabor y un ambiente muy bueno con gente cantando y tocando la guitarra súper recomendable volveré

Que lastima que esté restaurante sea tan diferente a otro mismo con el mismo nombre en la Avenida Federico García Lorca. Bueno como restaurante la comida de buena calidad, pero anoche tuvimos un problema parece que la camarera le dije que quería cenar y me dijo os preparo la mesa alta , para preparar una mesa para ella es ni poner servilletas ni platos individuales ni cubiertos!!!! La comida buena , los demás camareros perfectos, pero a la hora de pedir el postre la chavala lo apunto lo pedí para cenar ... Y si no lo llego anular me llega para el desayuno!!!!! De pronto me suelta la lindeza de que está saturada y después de decirle que no lo quiero me aparece en la mesa con el postre y sin cubiertos y tal estatua de la Libertad 🗽 me dice lo quieres!!! Como con cachondeo y le digo no después de 17 minutos ya no me apetece. Que lastima que en otros restaurantes con el mismo nombre se mantenga un mínimo de estándares!!! Ya que vamos a cenar o a consumir lo minimo es una atención Pd La próxima vez que vaya me llevo unos tenedores y platos de plástico!!! Para que la chavala no se sature y un postrecico de alguna pastelería de la zona

Ambiente y servicio: El restaurante tiene dos plantas, además de una zona exterior para sentarse. Cuando llegamos, la primera planta estaba completamente llena, incluyendo la zona del bar. Esta planta tiene un ambiente más de tapas y es, sin duda, más ruidosa. La segunda planta es principalmente para comer y resulta acogedora, con una iluminación tenue; el aire acondicionado era un poco fuerte. También hay un bar en la segunda planta. El baño era espacioso, limpio y sin olores. La carta incluye etiquetas nutricionales y, en general, el servicio fue bueno. Comida: Nos dieron queso, galletas y aceitunas (de cortesía). Pedimos el cordero, que estaba muy jugoso y tierno, aunque tenía un ligero sabor a caza. La salsa y las patatas que lo acompañaban estaban deliciosas. También probamos los huevos con calamares y patatas fritas; aunque la salsa estaba demasiado salada, las porciones sin salsa estaban bastante buenas y, en general, las raciones eran generosas. En cuanto a las bebidas, pedimos la sangría, y se notaba el sabor afrutado y dulce, mejor que en las versiones aguadas que se sirven en otros sitios. De tapas, probamos la croqueta y la albóndiga (cada ración viene en una sola pieza grande). La croqueta de jamón tenía un sabor muy a queso, y la albóndiga estaba tierna, con una salsa de tomate que maridaba a la perfección. Personalmente, no disfruté de ninguna de las tapas, pero a mi pareja sí. En resumen, volveríamos a probar más platos.

El camarero que nos atendió atento,servicial, diligente.

Un lugar encantador. ¡La comida estaba buena y sabrosa!

Buen restaurante para cenar con personal amable y buena comida y vino local.

Servicio desagradable, gruñón y desatento. ¿Quizás fue un mal momento? La comida no estaba muy buena, así que no volveré.

Comida de calidad y a precio razonable, aunque las croquetas están sobrevaloradas, demasiada masa y un poco grumosa. Servicio competente y rápido. Si le pongo baja puntuación es por el poco respeto que les tienen a las reservas. Cuando se reserva una mesa para 4 comensales a determinada hora, se espera llegar, siendo puntual, y encontrarse una mesa preparada donde pueda comer con cierta comodidad. En nuestro caso no ha sido así, en el salón destinado a reservas no había mesa para 4 y optaron por utilizar una mesa preparada para 6 comensales separando uno de los módulos unos 10 centímetro, convirtiéndose en una mesa para 2 que estaría completamente pegada a nosotros. Ante mi negativa a ocupar el lugar improvisado nos condujeron a otro salón donde casualmente sí había una mesa libre (única mesa libre) para 4 personas. Éste salón estaba rebosante. Afortunados los propietarios, pero desafortunado los clientes que buscan un lugar tranquilo, elegante y con una calidad similar a la de la comida que sirven.

La comida fantastica. Pedimos paella de marisco y ha sido excelente. Los camareros superamables. Precios normales. Recomiendo este sitio a todos.