Los Borbollones en Archidona

Nos ha encantado todo: la ubicación, rodeado de naturaleza y tranquilidad. Instalaciones muy bien cuidadas, con unos jardines muy bonitos. Una piscina grande perfecta para refrescarse en verano. Una terraza para disfrutar de la puesta de sol. Habitaciones amplias y limpias, con camas muy cómodas. Su restaurante con comida casera riquísima desde los entrantes (porra, ajoblanco, etc.) hasta los postres, pasando por los platos de caza, un espectáculo todos. Y, por último, Chari y Jesús, que harán que tu estancia sean más agradable aún si cabe.

La tranquilidad de la zona, los alrededores, la limpieza de todo el establecimiento y lo bien cuidado que está. La atención y la amabilidad de los anfitriones, Jesús y Chari, en todo. El restaurante para poder comer y cenar allí sin moverte, el desayuno. 100% recomendable para desconectar.

Buen trato del personal, buena comida y limpieza

Muy sorprendidos, superó todas nuestras expectativas, las instalaciones, limpieza interior y exterior, amplia habitación totalmente equipada con cama muy cómoda, la amabilidad de Jesús y Chari. Nos hemos sentido como en casa. La cocina deliciosa, nos encantó sus elaboraciones con carne de caza. Ideal para desconectar en plena naturaleza, oír sólo el canto de los pájaros, ver multitud de conejos, hacer rutas por la zona y cargar pilas. Volvemos pronto seguro, nos faltó el baño en la espectacular piscina. La pena fue estar sólo dos noches, MUCHAS GRACIAS pareja

Un refugio idílico: una estancia perfecta en un hotel encantador Recientemente tuvimos el placer de alojarnos en este maravilloso hotel, y no podríamos estar más satisfechos con nuestra experiencia. Desde el momento en que llegamos, quedamos impresionados por la limpieza impecable de las habitaciones e instalaciones. Todo, desde las camas hasta los baños, estaba perfectamente ordenado y bien cuidado, lo que demuestra el compromiso del personal con la excelencia. El entorno del hotel es absolutamente idílico. Ubicado en un lugar tranquilo y rodeado de naturaleza, el paisaje es un deleite para los sentidos. Es el lugar perfecto para desconectar, relajarse y disfrutar de la serenidad. Ya sea para un paseo por los alrededores o para disfrutar de las vistas desde la terraza, la paz y la belleza del lugar son inigualables. La comida del hotel es otro punto a destacar. Exquisita en todos los aspectos, cada plato es una verdadera obra maestra culinaria. Los sabores frescos y la calidad de los ingredientes se notan en cada bocado. Sin duda, uno de los puntos fuertes de nuestra estancia fue disfrutar de las comidas, con opciones para todos los gustos. Lo que realmente hace que este hotel sea especial es la amabilidad y el trato cercano del matrimonio que lo dirige, Jesús y Chari. Son personas encantadoras que se aseguran de que cada huésped se sienta como en casa, siempre atentos a cualquier necesidad y brindando una hospitalidad genuina que convierte la estancia en una experiencia única. Si buscan un lugar donde descansar y disfrutar de la naturaleza, la buena comida y un ambiente cálido y acogedor, este hotel es, sin duda, la opción perfecta. Volveremos sin pensarlo dos veces y lo recomendaremos a todos aquellos que busquen una estancia memorable.