Loqueria, vino natural y tapas en Pollença

Comida magnífica y excelente. El chef propietario es italiano, pero el restaurante tiene un ambiente relajado, tranquilo y familiar. El servicio es estupendo, tranquilo y atento, sin ninguna prisa. Estuvimos aquí las dos noches que estuvimos en Port de Pollensa. El vitello tonnato es uno de los mejores que he comido, la parmesana de berenjenas espectacular, al igual que las anchoas y patatas al horno, y los espaguetis frescos con gambas de Mallorca se deshacen en la boca y son auténticos. Un restaurante de 5 estrellas.

Sitio ideal y cuidado al detalle. La comida espectacular y se nota que es casera, un italiano auténtico. A destacar el servicio de Sebastián, nos ha aconsejado muy bien y ha sido muy atento. Hemos salido llenas y por <25€ (éramos 9). Un 10!!

Restaurante 10/10. Buscábamos un lugar donde cenar que no fuera el típico turístico y acertamos de lleno. Calidad de la comida, trato y decoración excepcional.

¡Fantástico! El único bar de vinos de la zona que también sirve vino natural local.

Ambiente y decoración extraordinaria. La comida aceptable aunque no extraordinaria si tiene una presentación fuera de serie. Me ha gustado el sitio

Llegamos casi al cierre. Algo que para nada recomiendo, pero tuvimos suerte de haber mesa libre y descrubimos una joya en el puerto. La atención, la comida, el ambiente, todo..genial. Valentina estuvo muy atenta todo el tiempo. Hemos comido genial y que decir de la gran variedad de vinos por copa que sirven. Sin duda para repetir. 🤘

Comida fresca excelente, porciones un poco pequeñas, pero los deliciosos extras y el lemoncello gratis lo compensaron.

Muy rico, comida casera. Me gustó. Ambiente relajado

El lugar está muy bien ambientado y es muy original. El servicio nos pareció algo malo, tardaron como 15 minutos en traernos un vino. Comimos el bacalao y el linguini ragu. Si bien la comida estaba rica, las porciones son bastante pequeñas. El entrante de cortesía, una sopa fría de remolacha con focaccia, estaba muy rico. Totalmente necesario para estar satisfechos dado el tamaño de los platos. Gastamos algo más de 30 euros por persona, con un vino entre 2.

Este restaurante es una joya escondida en el Puerto de Pollensa, con un ambiente acogedor y una decoración y vajilla únicas. Realmente nos sentimos como en casa disfrutando de una comida casera. El servicio fue fantástico y la comida, fresca, sabrosa y con una presentación exquisita. Disfrutamos de pan y aceitunas de cortesía para empezar, seguidos de burrata, raviolis frescos del día, pasta con marisco y mucho más. Nuestra mesa disfrutó de una selección de postres caseros; el tiramisú estaba exquisito. Un descubrimiento maravilloso y estamos deseando volver.