lo MUT restaurant en Deltebre

Lugar muy tranquilo, con buenas vistas. Comida excelente. Servicio amable, profesional y saben aconsejar sus productos. Muy recomendable

Después de recorrer en bicicleta los arrozales del Delta del Ebro, nos apetecía comer paella. Como estábamos allí con nuestra compañía de bicicletas, elegimos lo MUT y disfrutamos mucho de nuestra comida y del excelente servicio.

Lugar muy agradable donde poder disfrutar en familia de la comida típica del delta. El servicio excelente, especialmente nuestro camarero Abdel que estuvo atento en todo momento un sitio para repetir!

Mejor imposible El camarero y sumiller que nos atendió en todo momento, era impecable en todos los sentidos. El menú de 40€ muy completo. Llegamos a las 13h y después de comer nos prepararon unas tumbonas fuera para seguir hablando. Salimos a las 17h Volveremos

Lugar impecable. Super bien restaurado. Comida excelente. Trato muy bueno. Repetiremos.

Un gran descubrimiento, un local muy bonito , camareros muy amables y comida riquísima. Se nota que tocan de arroces .

Nos ha gustado todo, calidad de producto, atención, mesa inmaculada, y sobre todo la amabilidad del camarero, insuperable, buen carácter, aconsejandonos, y un buen saber hacer, superecomendable. He ido desde muy lejos y ha válido la pena.

Gran restaurante. Una sartén de cabeza y pata inolvidable. El resto también todo muy bueno!!

Comer buenísimo. Hacen 3 menús: de 50€, de 40€, y el semanal de 25€, éste con una relación precio-calidad magnífica. Nosotros hemos optado varias veces por éste, que es una especie de mini-degustación: 3 entrantes pequeños y sencillos pero muy buenos (entran los tres) y un plato principal a elegir entre arroz, carne o pescado. Los arroces que hemos comido eran buenísimos, especialmente la setna que tocaba el de galeras y verduras, excepcional; el más flojo (pero bueno), el negro. Ración generosa; te puedes llevar el sobrante. No entra copa de vino (hasta hace poco, sí), pero sí agua, pan, postre y café. Servicio excelente. Ambiente tranquilo y relajado y decoración agradable. Sólo dos objeciones: convendría mucho poner alguna marquesina en el aparcamiento (en verano puedes morir abrasado cuando entras en el coche), y mejorar la atención telefónica (a veces sale el contestador y está lleno).

Excelentes platos y sugerencias del somelier, muy atento. Platos elaborados y originales. Para repetir sin ninguna duda!!