Llépol en Vila-rodona

Muy buen trato y excelente comida.

Lugar acogedor, con buena atención al cliente y con una cocina sorprendente y exquisita. La mezcla de sabores y texturas en los platos elegidos nos sorprendió gratamente. Los alimentos se deshacen en el paladar creando una buena experiencia gastronómica. El poner unos entrantes de degustación previos a los platos principales es un buen complemento para evitar esperas. Resumiendo, una grata experiencia culinaria te espera en cada plato servido. Sin duda alguna, nosotros volveremos!!!

Hemos ido a almorzar y ha sido todo un descubrimiento. Producto de calidad, muy bien elaborado y con un precio de menú correcto. El ambiente es agradable y acogedor. Enhorabuena por el trabajo que hace y por el cariño que pone. ¡Muy recomendable!

¡Llépol es una auténtica joya! Ayer comimos aquí por segunda vez. La comida es tradicional y reconfortante, basada en excelentes productos locales y de temporada, e innovadora con muchas combinaciones sorprendentes. También tienen una gran oferta de vinos. Y Beth y Albert (los propietarios) son una pareja maravillosa que te cuidará muy bien. ¡Muy recomendado!

En este antiguo garage de tractores se construye este restaurante exquisito tanto en sus platos como en el ambiente que ofrece Los platos son elaborados cada uno con pasión y dedicación y hechos como en casa Tanto los entrantes como los primeros y segundos platos son de calidad ...

Muy buena experiencia culinaria. Nos hubiera gustado elegir el vino de una carta.

Muy buenas atención y comida muy buena, volveremos

Sitio curioso y acogedor, trato muy agradable y la comida muy rica. Tienen un menu cerrado con degustación de varios entrantes, y eliges primero y segundo entre platos típicos de cocina catalana, con producto de temporada.

Ha sido fantástica mi experiencia en Llépol, Espai Gastronòmic. Unos platos tan sugerentes que se me hacía difícil elegir, pues todo es muy goloso, muy goloso. Muchas gracias por su trato y su profesionalidad.

Local sorprendente. Desde la calle no sabes si entrar y pedir que te cambien el aceite del coche o pedir la carta. Una vez dentro todo cambia. Me gusta el acabado, el no acabado, industrial, las instalaciones vistas, la decoración (?) del baño. La comida muy bien, platos con combinaciones chocantes pero muy ricos, el servicio de lo mas atento y el precio de lo mas correcto. Para volver y seguir probando. Lastima que solo abran tres días a la semana.