fuimos tres personas a comer. La primera impresión es que los camareros están bastante atareados pero sacan tiempo para escucharte y responder a las preguntas que tengas. Tardaron un poco en sacarnos la bebida pero es entendible porque fuimos a hora punta. Habían pinchos muy buenos y otros que estaban normalillos pero en general lo que te puedes esperar del Lizarran. Luego a la hora de pagar el datáfono no funcionaba del todo bien y a la persona que pagó se le cobró la comida dos veces, sumando una cantidad de dinero en un momento de 100 euros. El camarero nos dijo que era normal y que solía pasar, hasta el encargado se acercó a decírnoslo, estamos esperando a ver que pasa con ese dinero. Respecto al baño de mujeres la limpieza podría ser mejor y la música de fondo podría haber estado más baja.
Quiero agradecer a Riham su súper trato, amable, simpática y cercana! Y también agradecer a todos sus compañeros por habernos dado de cenar a los 7 que éramos en tiempo récord y sin una mala cara, incluso ofreciéndonos algún pincho más sin importarles la hora.
Han salido una variedad de platos estupenda, recientes y ricos!
Un 10 para este equipo. 👍🏼