L'hort en Sabadell

Antes de nada decir que la comida está muy rica (por eso repetimos) y l@s camarer@s son muy amables. Pero llevamos muchos años celebrando nuestro aniversario aquí y siempre nos pedimos la ragañá de quesos pastor y jamón, pero ahora lo han quitado de su carta. Una pena, porque además no fuimos los únicos clientes que preguntamos por este plato. Decidimos pedir la regañá con quesos y a parte, un plato de jamón. Sorpresa la nuestra cuando la cantidad de queso era prácticamente la misma que en el antiguo plato en el que también ponían jamón, pero más separado encima de la regañá para "ocupar" más espacio. Ahora tenemos que pagar el doble si queremos degustar tanto el queso como el jamón. El roquefort que pedimos como salsa para el entrecot no sabe a roquefort, sabe a bechamel de canalones. Antiguamente lo ponían directamente encima del entrecot y eso sí sabía a Roquefort. Desde hace tiempo lo traen en un cuenquito a parte y es desde entonces que no sabe a roquefort, sinó a bechamel. Aún así repito, la comida está muy buena y el trato es amable y adecuado por parte de l@s trabajador@s.

Llamamos por teléfono para reservar mesa para el sábado 1 de junio a las 13:30h. Nos llegó el mensaje en el móvil diciéndo que la reserva estaba confirmada para las 14.30h, llamamos para corregir el error y nos dijeron que la persona que coge el teléfono no sabe catalán y se había equivocado... Una vez llegas al local, te encuentras una gran puerta de madera antigua que te invita a pensar que estás en una auténtica masía catalana, con el ambiente y la comida acorde. Pero una vez entras al local, te das cuenta del tipo de restaurante que es, no engaña a nadie. Una sala enorme con dos plantas con decenas de mesas cada una con su cartelito enumerándolas, y al fondo una barra con los cocineros, por donde sacaban bandejas de comida. Pedimos bacalao desalado ( servido algo frío, pero estaba bueno) , fritura de pescado, y el resto enrecot de 350gr. No nos preguntaron como queríamos el punto de carne y llegaron todos iguales, bastante seca y con muy poco sabor. Las patatas fritas de la guarnición, estaban muy buenas. La impresión es que te quieren servir rápido sin tener en cuenta el "como". Es un restaurante sin personalidad en la cocina, NADA QUE VER A UNA MASIA CATALANA como las muchas que puedes encontrar en la zona, es como un restaurante de calidad, pero de polígono. No tiene mal producto pero el trato de la cocina no es bueno. Si lo que quieres es comer rápido, de brasa, dentro de la ciudad y con un decorado de masía, es tu sitio. Si quieres comer en una Masía de verdad, con sus productos autóctonos y cocineros que saben como tratar el producto, no vengas aquí.